El directivo no quiso hablar de la posible OPA de Taqa sobre el 100% de Naturgy, aunque manifestó que las empresas, para tener éxito, necesitan una «visión clara» y que ésta sea compatible con unos plazos adecuados, porque los proyectos necesitan un tiempo para ejecutarse y ese plazo tiene que estar en línea con lo que esperan los accionistas.
«La estructura accionarial lo es todo para la compañía», aseguró Reynés en una entrevista con Patiño, redactor jefe de Expansion, en la que resaltó que los ejecutivos son «empleados» que proponen a los accionistas medidas de mejora o visiones estratégicas y otra de sus responsabilidades es ejecutar los planes necesarios para implementar dichas propuestas. Para el primer ejecutivo de la entidad energética, su grupo tiene una gran representación de los accionistas en el consejo de administración. «Nuestro consejo de administración es casi como una junta accionarial, porque hay representantes de más del 80% del capital, lo que permite tener la tranquilidad de que el consejo y los accionistas se mimetizan», afirmó.
«Lo importante es que la estructura accionarial de una compañía sea compatible con la visión estratégica y con los plazos de ejecución y que además esto tenga compatibilidad con el sector en el que se desarrolla», indicó, al tiempo que recordó que en el sector en el que opera Naturgy los activos se amortizan en 28 años de media.
Por otro lado, Reynés recordó el gran cambio que ha experimentado la compañía en los últimos años, aunque aseguró que una empresa histórica como Naturgy «no es fácil cambiarla en un minuto».
El directivo indicó que los planes de futuro de su compañía pasan por tres frentes clave. El primero es la descabornización, para lo que está apostando por la generación renovable y por combustibles de origen renovable. También trabaja, como empresa estratégica, para garantizar el suministro energético para los clientes. «La seguridad de suministro es tan importante como la descarbonización», subrayó.
El tercer punto de actuación es hacer que todo el proceso sea compatible con mejorar el servicio y la capacidad de poder adquisitivo de la energía de nuestros clientes. En cuanto los precios disparados de la energía, el presidente ejecutivo de Naturgy destacó que es muy complicado hacer previsiones a largo plazo sobre el precio del gas, ya que los aspectos geopolíticos, como la invasión rusa de Ucrania o el conflicto en Oriente Próximo, han sido los que más han influido en el precio de la energía en los últimos años.
«La geopolítica influye mucho en los commodities energéticos, porque estos están localizados en zonas geográficas con gran inestabilidad política. No están localizados en suelo español, francés o alemán», subrayó Reynés, que no cree que la volatilidad vaya a desaparecer por razones políticas.
Sin embargo, recordó que la Unión Europea, tras la invasión de Ucrania, tomó medidas para reducir el impacto de la volatilidad en los precios de la energía. Entre las acciones adoptadas destaca el aumento del almacenaje de gas antes del invierno, lo que traslada la presión del precio de los picos a la época valle.
A estas medidas, según el directivo, se sumó que este año las temperaturas han sido especialmente cálidas en Europa, lo que ha reducido el consumo. «Los precios, ante los movimientos de la oferta y demanda, han bajado en vez de subir. Lo que va a pasar el próximo invierno con el clima, soy incapaz de preverlo», dijo Reynés que puso en valor que Europa, al mismo tiempo, ha aumentado su parque de generación eléctrica renovable, «que está menos sometido a la fijación de precios marginalista que supone el gas».