Recordemos, los tipos en Estados Unidos se encuentran en el rango entre 4,5-4,75% y es muy probable que suban 50 puntos básicos, hasta alcanzar el 5-5.25%, en la próxima reunión de la FED el 22 de marzo.
Para el próximo mes de septiembre el mercado ya espera que los tipos en Estados Unidos lleguen a 6.25-6.5%.
Desde hoy hasta la próxima reunión de la FED, el mercado se centrará en dos datos macroeconómicos que orientarán las perspectivas para los próximos meses: los datos de empleo de nóminas no agrícolas (el mercado espera una reducción de algo más de 200.000 empleos frente a 517.000 en enero, con una tasa de desempleo constante en cotas cercanas a mínimos históricos de +3,4%) y el dato de inflación (se espera una reducción desde el +6,4% actual al +6,2%). Pero, lo más importante será analizar la inflación subyacente, que descuenta elementos volátiles como alimentos y energía. El mercado espera una tasa constante en el +5,6%.
Desde nuestro punto de vista, muy malos deberían ser estos datos para que la Fed retroceda, circunstancia que no compartimos. Todo apunta a que la subida de 50 puntos básicos está “casi asegurada”.
Consecuencias en los mercados:
La renta fija a corto plazo está descontrolada con unos bonos americanos a 2 años por encima del 5%, en niveles no vistos desde 2006. No descartamos, en este sentido, ver un Euribor a 12 meses en Europa por encima del 4% a finales de esta semana. El efecto contagio preocupa y vuelve a presionar el nivel del dólar con fuerza en el corto plazo. En este sentido, durante las últimas 48 horas hemos visto, aunque sea temporalmente, nuevos máximos anuales del dólar en relación con algunas divisas: GBP, JPY, CNH, CHF, AUD, NZD, NOK o SEK. Es decir, de todas las principales divisas mundiales, la única que quedaría por hacer mínimos en 2023 es el euro. Por ello, recomendamos vigilar el soporte que tiene el tipo de cambio cerca de los 1.05-1.0480.