Esta nueva entidad, si es que llega a ver el sol tendría más de 656.000 millones de euros en activos solo en España, de forma que entre el nuevo gigante, CaixaBank y Santander se repartirían casi el 74% del crédito otorgado a clientes en España (roza los 931.500 millones de euros), el 64,99% de los activos del sector financiero y el 35% de las sucursales bancarias. En Cataluña y Valencia, los tres grandes bancos coparían más del 80% de las oficinas bancarias, siendo un tercio del total propiedad del grupo que surgiese de la nueva fusión.
Entre 2007 y 2022, el porcentaje de los activos propiedad de los cinco mayores bancos subió del 40% al 70%, de acuerdo a datos del Banco Central Europeo. Si Sabadell se integra en BBVA, el porcentaje subiría al 74% en ese top cinco, pero con solo los tres grupos bancarios
D esta manera el índice Herfindahl-Hirschman, que analiza el grado de competencia añadiría 226 puntos a su referencia, hasta alcanzar un rango de 1.553, muy superior al que presentan mercados como Alemania (era de 326 puntos en ese mismo 2022, con el 35% de los activos entre sus cinco mayores entidades); al de Francia (606 puntos en el indicador y un 46,44%), a Italia (760 puntos) o a Portugal (1.204 puntos, aunque sus cinco principales bancos copaban algo más de negocio, con un 72,2%). Este indicador (más conocido como HHI, por las siglas en inglés) es una de las herramientas que utilizan las autoridades para verificar el grado de concentración en los diferentes sectores de actividad, a fin de detectar si hay riesgo de deterioro en la competencia. Para su cálculo toma de base las cuotas de mercado individuales y a menor índice mejor es la competencia en la industria, siendo los 10.000 puntos un monopolio absoluto. Se considera que por debajo de 1.500 el mercado es competitivo y a partir de 2.000-2.500 saltarían las alertas, pero no es el único indicador que se utiliza para análisis y algunos expertos sitúan el umbral a vigilar más próximo a los 1.200.
El caso de las oficinas es ajun mas peliagudo. Se da la circunstancia de que el 42% de las oficinas del banco catalán (unas 490) se encuentran a menos de 200 metros de una sucursal del banco vasco y el porcentaje sube al 75% en distancias de 500 metros, lo que afectaría a 880 locales de considerar que son redes redundantes por su proximidad y querer echar la persianilla, con el consiguiente efecto para el empleo. Las regiones con este mayor solapamiento en el radio de 200 metros son Cataluña (168 locales), Comunidad Valenciana (76) y Andalucía (37). Por ciudades, la mayor concentración corresponde a Barcelona (31), Madrid (13) y Alicante (11). La oferta hostil de BBVA se tropieza, además, con el rechazo del Gobierno.
Otra de las derivadas de la fusión sería que el nuevo BBVA podría ser considerado como entidad de importancia sistémica global o G-SIB, rango que actualmente solo tiene Santander en España. La inclusión en esta categoría, en la que hoy figuran 29 instituciones internacionales, implica que tienen que asumir exigencias de capital suplementarias para cubrir el riesgo en el sistema por su tamaño porque un eventual colapso tendría consecuencias importantes para el resto del sistema financiero.
La unión de BBVA y Sabadell colocaría al nuevo grupo como número 11 en el ranking europeo por activos totales, con más de un billón de euros frente a la posición 18 y 38 que hoy ocupan. Santander es el cuarto tras HSBC, BNP Paribas y Credit Agricole.