En este sentido, estamos ante toda una faena, mas bien de aliño que otra cosa, que tener lugar el próximo día 22 en el hemiciclo de la carrera de San Jerónimo en la que la presidenta, superado ya su breve festival en el Senado, manejará convenientemente la sesión en la que don Pedro responderá a las preguntas de los grupos sobre los negocios que afectan a su esposa, Begoña Gómez, y que provocaron la apertura de diligencias por parte del juez Peinado. Sánchez dará cuenta de este asunto, en una comparecencia en la que también explicará la posición de Moncloa con respecto al conflicto en Palestina, la actualidad en torno al Consejo Europeo o incluso la situación sobre Gibraltar.
De esta manera, tendremos una de esas sobreactuaciones típicas de Sanchez en las que él y sus proyectos serán la repanocha, mientras que todos los demás serán la nada o su equivalente.
En concreto, esta mas claro que el agua que la comparecencia para explicar los asuntos que afectan a su esposa, Begoña Gómez se hace con la intención de anular la maniobra parlamentaria que el Partido Popular había iniciado en el Senado -donde mantiene una mayoría absoluta- con la intención de llamar a Sánchez a comparecer de manera exclusiva sobre las diligencias abiertas por el juez Peinado contra Gómez.
Ahora, con esta fórmula, el presidente dará cuenta de este y de otros tres asuntos más. Informará de la posición del Ejecutivo con respecto al conflicto en Palestina, pero también del contenido del último Consejo Europeo extraordinario y del avance de las relaciones con Reino Unido a cuenta de Gibraltar. Lo hará el próximo 22 de mayo, antes de que de inicio la sesión plenaria en la Cámara Baja.
Es decir, nos quedaremos sin saber nada de nada, se pasará por encima de los graves asuntos de puntillas y las preguntas de la oposición serán manipuladas y maniobradas por la señora presidenta, uno de los grandes estómagos agradecidos que Sánchez ha situado en puntos estratégicos para tratar de llevar a buen puerto su proyecto de Estado en el que hacer y manejar todas las instituciones desde y para Moncloa.
Quizá con ello logre una de esas faenas históricas y salga por la puerta de toriles del palacio, hoy sede de la cámara de los diputados.