Cuando la antorcha encienda el pebetero olímpico en París el próximo 26 de julio, la ‘ville lumiére’ (ciudad de la luz) dará la bienvenida al mayor acontecimiento jamás organizado en Francia: los Juegos Olímpicos y, dos semanas después, los Juegos Paralímpicos. Durante un mes y dos semanas, ambos eventos situarán a la capital gala en el epicentro del mapa del deporte a nivel mundial y generarán un impacto económico sin precedentes para la economía de París y su metrópoli: en el mejor de los casos, más de 11.000 millones.
Así se desprende del estudio que han encargado el Comité Olímpico Internacional (COI) y el comité organizador de París 2024 al Centro de Derecho y Economía del Deporte (CDES) de la Universidad de Limoges. Los autores del informe publicado esta semana se han centrado en el incremento de la actividad económica, dejando la evaluación de la rentabilidad para un futuro estudio, y han vislumbrado tres escenarios posibles, dada la complejidad de medir el impacto económico de un evento de este calado.
En el escenario más prudente, contemplan que ambas competiciones tendrán una repercusión económica de 6.700 millones de euros entre la fase de planificación que empezó en 2018 y el periodo de legado que termina en 2034. Los expertos reparten este impacto en tres principales ejes: inversión del comité organizador (48%), capital invertido en las infraestructuras necesarias (31%) y contribución del turismo (21%). La cuantía asciende hasta 8.990 millones en el escenario central, que muestra una distribución más equilibrada de los apartados: organización (42%), construcción (28%) y turismo (30%). Es en el escenario más optimista donde el informe proyecta un impacto de 11.145 millones de euros en su economía durante el periodo analizado, cuya contribución vendrá en mayor parte desde la organización (41%), seguida del turismo (32%) y la construcción (27%) .
El responsable del CDES, Lepetit, aprovechó la presentación del estudio para recordar que «por cada euro de gasto público, la región de París tendrá tres de impacto económico», dado a que el Tribunal de Cuentas estimó el pasado julio que el gasto público ascendería a 3.000 millones de euros. En el marco de este estudio, el comité organizador aseguró que el 88% de los contratos licitados por París 2024 fueron adjudicados a pymes francesas. No obstante, Lepetit, reconoció que es en «el lado turístico donde más pesa la incertidumbre».
Si se cumplen las previsiones elaboradas por la Oficina de Turismo de París, estos eventos atraerán más de 15 millones de visitantes en París. Las proyecciones, que están sujetas a variación según el volumen de entradas vendidas, cifran en 11,3 millones los visitantes que atraerá la cita olímpica y en 3,9 millones los turistas que acaparará la paralímpica. Asimismo, se espera un turismo principalmente nacional, donde sólo un 12% de los visitantes llegarán del extranjero. Esta estimación también recoge que tres de cada cuatro personas que visiten la ciudad parisina durante la celebración de las Olimpiadas, lo harán sin entrada (80%) frente al resto que presenciará los eventos deportivos. Sin contar lo generado por el ‘ticketing’, la institución destinada a las actividades turísticas de París estima que los turistas gastarán de 2,6 a 3,2 millones de euros durante los Juegos.
Si bien los visitantes internacionales supondrán una décima parte de los turistas que visitarán París, las aerolíneas se preparan para recibir un ‘boom’ de reservas hacia la capital gala. Según las últimas estimaciones de AirHelp, las reservas de vuelos a París se han disparado un 125% durante la celebración de las Olimpiadas. La plataforma subraya que los países con mayor tráfico aéreo de pasajeros al país vecino serán Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón y España. Sin embargo, desde el equipo de analistas de Barclays advierten que estos eventos pueden convertirse en un arma de doble filo para las aerolíneas, dado a que «pueden agregar flujos de tráfico muy puntuales, con desequilibrios direccionales (…) y pueden ser utilizados por los sindicatos para pedir aumentos salariales».