El texto cuenta con el aval de los sindicatos y contempla varias de las exigencias de Podemos, partido que dejó caer la primera versión de la norma en el Congreso de los Diputados. La Comisión Europea debe ahora comunicar si, por un lado hace la vista gorda, acepta el trámite en Moncloa y trasfiere el pago completo de los fondos, o si por el contrario da por agotado el periodo de gracia que concedió al Ejecutivo en marzo, entiende que la reforma no cuenta aún con el apoyo de la cámara Baja y por lo tanto procede -tan solo- al pago parcial del cuarto tramo de la financiación. Está previsto que Bruselas anuncie su decisión al Gobierno durante las próximos días, a pesar de que el plazo concluyó el lunes. No obstante, el Ejecutivo comunitario ha optado por ampliar -una vez más- el plazo para examinar el contenido de la reforma.
Durante las últimas semanas, Bruselas no ha dejado de solicitar documentación al ministerio de Economía, con el objetivo de completar la evaluación que se dará a conocer -probablemente- este martes. «Estamos trabajando muy intensamente en el cuarto pago», aseguró pasada semana el comisario europeo, Paolo Gentiloni. También se refirió a ello el ministro, Carlos Cuerpo, quien confía en que el texto pactado entre Trabajo y sindicatos sea suficiente como para aprobar el desembolso completo del cuarto tramo de los fondos. De hecho, Moncloa descartó convocar un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar el hito, a pesar de la presión de los plazos concedidos por la Comisión Europea.
El texto aprobado este martes contempla un aumento por tramos de la cuantía de esta ayuda, actualmente de 480 euros al mes (80% del Iprem); amplía el colectivo de beneficiarios, y permitirá compatibilizar con un salario tanto el subsidio como la prestación contributiva de desempleo, entre otras medidas. La norma entrará en vigor con carácter general en noviembre de este año, e incorpora algunas novedades respecto a la que tumbó en enero el Congreso de los Diputados con los votos de Podemos, PP y Vox.
«Esto no va de una paguita, va de derechos. El 80% de las personas que cobran el subsidio no agotan esta prestación», ha defendido la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz que ha insistido en que «no regalamos nada. Ustedes en sus nominas cotizan para que tengamos este nivel de protección», ha dicho.
Entre ellas se encuentra la compatibilidad de las ayudas por desempleo con un puesto de trabajo. En el caso del subsidio, cuya duración máxima seguirá siendo de 30 meses, la compatibilidad será por un periodo tope de 180 días por cada nuevo empleo a tiempo completo o parcial, sin reducción de la cuantía. En el caso de la prestación contributiva se podrá compatibilizar con un empleo tras un año cobrando prestación y siempre que el salario no supere el 225% del Iprem (1.350 euros al mes con el Iprem actual). Se trata de una de las novedades incluidas, que comenzará a rodar en 2025, y que busca atajar el paro estructural a través de un «incentivo» que reduzca las reticencias de acceso al mercado laboral.
Díaz ha insistido en agradecer la labor de los sindicatos, que suscribieron el acuerdo, pero también de la patronal de empresarios, que en el último momento decidieron no apoyar el texto. La ministra de Trabajo ha insistido en que la compatibilidad del cobro de la prestación con el de la nómina -quizá la principal novedad- parte de la propuesta lanzada por los empresarios. «Damos un paso más, aquellos estudiantes que cobren becas podrán también cobrar el subsidio por desempleo».