Son varios los factores que están presionando a la baja los precios del ‘oro negro’. Por un lado, los últimos comentarios de distintos miembros de la Reserva Federal (Fed), que apuntan hacia un escenario de tipos de interés más altos durante más tiempo, han hecho mella en la cotización del crudo.
Sin ir más lejos, el gobernador de la Fed Christopher Waller apuntó este martes hacia esta dirección al asegurar que «en ausencia de un debilitamiento significativo del mercado laboral, necesito ver varios meses más de buenos datos de inflación antes de sentirme cómodo apoyando una relajación en la orientación de la política monetaria». Asimismo, en los últimos días otros responsables de política monetaria como Loretta Mester, de la Fed de Cleveland, o John Williams, de la Fed de Nueva York, también se han posicionado contrarios a una relajación de los tipos de interés. «La información económica entrante indica que tomará más tiempo ganar esa confianza. Mantener nuestra postura restrictiva por más tiempo es prudente en este momento a medida que ganamos claridad sobre el camino de la inflación», explicó Mester a ‘Bloomberg’.
Por otro lado, este fin de semana se celebra el Día de los Caídos, que da comienzo a la temporada alta de conducción estival en Estados Unidos. Relacionado con esto, los precios al por menor de la gasolina cayeron por cuarta semana consecutiva. Los precios estadounidenses del gasóleo también han bajado.Para apuntalar unos precios más asequibles, el Gobierno federal ha anunciado que liberará un millón de barriles de la Reserva de Suministro de Gasolina del Noreste. «Al liberar estratégicamente esta reserva entre el Día de los Caídos y el 4 de julio, garantizamos un suministro suficiente en la región triestatal y el noreste en el momento en que los trabajadores estadounidenses más lo necesitan», ha indicado el martes la secretaria de Energía, Granholm.
El Departamento de Energía creó esta reserva en 2014, después de que el huracán Sandy tensionara la cadena de suministro del crudo. Esta venta provocará el cierre efectivo de dicha reserva. El motivo tras esta decisión es que el almacenamiento de combustible refinado es más costoso que el almacenamiento de petróleo crudo, por lo que el cierre de la reserva se incluyó en la legislación de financiación de Estados Unidos firmada en marzo por Biden.
Los minoristas y las terminales recibirán la gasolina a más tardar el 30 de junio, según el DOE. El suministro se hará en cantidades de 100.000 barriles para garantizar un proceso de licitación competitivo que maximice el impacto sobre los precios en los surtidores. La subida de los precios de la energía suscitó en abril especulaciones sobre la posibilidad de que el gobierno de Biden recurriera a la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) de Texas y Luisiana antes de las elecciones presidenciales de noviembre.