Durante una entrevista en el canal de televisión RTE One de Irlanda, y ante la pregunta de si debemos esperar un primer recorte en la próxima reunión que la institución celebrará el 6 de junio, la banquera central ha dicho que «no hay situación, no hay prescripción, no hay compromiso». Aunque posteriormente ha matizado que «es cierto que si los datos que recibimos refuerzan el nivel de confianza que tenemos, lograremos una inflación del 2% en el medio plazo, que es nuestro objetivo, nuestra misión, nuestro deber, entonces hay una gran probabilidad». Lagarde ha insistido en que su intención es devolver la inflación al objetivo del 2% y, después de que en abril el IPC general se haya mantenido en el 2,4%, tiene «mucha confianza en que tenemos la inflación bajo control».
«¿Por qué? Porque algunos de los factores que tuvieron un gran impacto se están desvaneciendo. Estoy pensando en la crisis energética. Estoy pensando en lo que llamamos cuellos de botella en la cadena de suministro, que se están alejando gradualmente», ha remarcado. En este sentido, ha añadido que «el pronóstico que tenemos para el próximo año y el año siguiente realmente se está acercando mucho, mucho, al objetivo, si no al objetivo. Por lo tanto, confío en que hemos pasado a una fase de control».
Lagarde y más de 20 miembros del consejo de gobierno del BCE se encuentran en Irlanda para un retiro de dos días en Kilkenny, donde se espera que discutan en privado los próximos pasos a seguir en la política monetaria del banco central.