El hecho principal de las últimas semanas radica en que la modesta tendencia a la baja que habíamos visto en la inflación subyacente en EEUU ya ha desaparecido. Estamos observando una estabilización en niveles excesivamente altos, incluso un cierto rebote. Al mismo tiempo, a pesar de esta subida tan agresiva de tipos, la economía norteamericana continúa dando síntomas de mucha fortaleza, sobre todo, en el mercado laboral, donde figura en niveles de pleno empleo, con serias dificultades a la hora de encontrar trabajadores. Por tanto, la reserva federal ha concluido que las subidas de tipos no son suficientes y tendrán que continuar.
Subidas agresivas de tipos en la Eurozona
Al otro lado del Atlántico, el Banco Central Europeo se encuentra en una situación incluso peor. No ha sido tan agresivo como la Reserva Federal, está bastante por detrás en la subida de tipos y la inflación subyacente no sólo no ha experimentado esa estabilización y moderación que hemos visto en EEUU, sino que continúa escalando mes a mes.
En este contexto, vemos subidas agresivas de tipos en las principales áreas económicas del mundo, pero sobre todo en la Eurozona. Este es uno de los dos motivos por el cual somos positivos en el Euro. El otro es la reapertura de China, donde la economía continúa recuperándose a mayor velocidad de la esperada. Existe una demanda embalsada por parte de los consumidores chinos que, además, disponen de ahorros y de capacidad de gasto, y una actitud muy positiva por parte de sus autoridades políticas y monetarias, que ven con buenos ojos esta expansión fuerte de la economía para compensar los malos resultados económicos durante los confinamientos del año pasado. Esta recuperación económica china favorecerá al euro a través de las exportaciones industriales.