Los datos de ejecución presupuestaria que ha hecho públicos este viernes el ministerio de Hacienda confirman que detrás de este mayor desequilibrio estarían el aumento del pago de intereses de la deuda, por la subida de los tipos de interés que ha aplicado el Banco Central Europeo, y el incremento de la inversión. Esta última variable venía de registrar una debilidad notable los trimestres previos y su dinamismo ha empujado al alza el crecimiento económico en el primer trimestre hasta situarlo en el 0,7%, por encima de lo previsto.
En concreto, el desembolso en intereses se incrementó hasta marzo un 19,6% hasta los 7.911 millones de euros. Al mismo tiempo, la formación bruta de capital fijo (inversión productiva) se elevó un 15,5% en el primer trimestre en relación al año anterior hasta los 7.925 millones. Otras partidas del gasto que también se incrementaron, aunque a menor ritmo, fueron los consumos intermedios, un 6,5% hasta los 14.184 millones; así como la remuneración de los empleados públicos, que aumentó un 6% hasta los 31.107 millones.
En total, las Administraciones Públicas gastaron 144.367 millones de euros en el primer trimestre, un 4,5% más; mientras que ingresaron 139.826, una cifra que también es superior a la del ejercicio previo (en un 3,7%), pero que no sirvió para cubrir todos los desembolsos del Estado, las comunidades autónomas y la Seguridad Social. En lo que respecta a los ingresos, la recaudación tributaria aumentó un 5,7% hasta los 76.005 millones, impulsada por la mejora de la actividad y por la resistencia del empleo. Así, lo recabado por los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio aumentó casi un 10% en relación al primer trimestre de hace un año hasta los 34.019 millones. Mientras que lo percibido por cotizaciones sociales se elevó un 6,5% hasta los 50.572 millones.
La Administración central logró un superávit de 131 millones en el primer trimestre, por lo que lo redujo un 82% en términos interanuales por ese alza del gasto en intereses, la remuneración de asalariados y de los consumos intermedios. En el mismo periodo, las comunidades autónomas acumularon un déficit de 5.934 millones, el doble que un año antes y equivalente al 0,38% del PIB por el mayor desembolso en salarios y las menores transferencias recibidas del Estado.
La autonomía con el mayor desequilibrio fue Baleares, del 0,89% de su PIB, mientras que sólo Asturias y Navarra registraron superávit. La Seguridad Social también despidió el primer trimestre con un saldo positivo de 1.455 millones (alrededor del 0,09% del PIB) gracias al fuerte aumento de los ingresos.
Hacienda también ha hecho públicos los datos de ejecución presupuestaria del Estado hasta el mes de abril. Este logró situar sus cuentas en equilibrio (déficit cero) tras reducir su agujero en un 97,2% en el último año. El año pasado su déficit en el mismo periodo se situó en el 0,15% del PIB.
Continúa la senda de descenso del déficit del Estado iniciada en 2021 como consecuencia de la mejora de la actividad económica y el empleo hasta alcanzar el equilibrio
En marzo el déficit consolidado de las Administraciones Públicas, excluyendo las Corporaciones Locales, se sitúa en el 0,28% del PIB
Las CCAA presentan en marzo un déficit que supone un 0,38% del PIB
Los Fondos de Seguridad Social registran en el tercer mes de 2024 un superávit de 1.455 millones, en comparación al déficit de 891 millones del mismo periodo del ejercicio anterior