Un récord que superó al que se había alcanzado el año anterior, en el que la convocatoria de oposiciones a la Administración fue de casi 30.000 puestos. Plazas que se suman a otras modalidades de empleo público que, a veces, son incluso más interesantes para determinados perfiles. Es el caso de las oposiciones de Correos, de las que hablaremos más adelante en este artículo.
Estos datos no son casuales, sino que responden a una realidad a la que quizá no se le está prestando la suficiente atención, pero que ya empezamos a notar. En menos de 10 años, el 60% del funcionariado actual se jubilará. Es decir, 6 de cada 10 funcionarios que están trabajando hoy dejarán una plaza libre en esta década. Una plaza que debe ser cubierta si queremos seguir disfrutando de servicios públicos de calidad.
A esta realidad se suma otra, y es que la Administración necesita cada vez más incorporar talento que satisfaga las demandas tecnológicas actuales. Con este escenario, el empleo público se erige como la alternativa profesional más atractiva del momento. No solo porque durante los siguientes años se van a convocar miles de plazas, sino también porque es una oportunidad única para conseguir un puesto de trabajo fijo, de calidad, que te permite conciliar y con el que sentirse realizado.
Y, además, por la variedad de alternativas de empleo público que existen. Además de las casi 40.000 plazas que se van a convocar para la Administración del Estado, no debemos perder de vista otras oposiciones que, en los últimos años, también han batido récord, como es el caso de Correos.
En muchos casos, la oposición de Correos es, incluso, más interesante de preparar que otras oposiciones. En primer lugar, porque el temario de Correos es mucho más asequible (y corto) que el de otras oposiciones, ya que apenas tiene legislación, y esa es una ventaja que reconocen muchos opositores.
A diferencia de otras oposiciones que requieren titulaciones específicas o años de experiencia en determinados campos, las oposiciones de Correos tienen requisitos más básicos, como el título de la ESO o equivalente. Esto las hace accesibles a un mayor número de personas, independientemente de su formación académica previa. Para muchos, esto significa una puerta abierta hacia una carrera estable sin necesidad de una costosa y prolongada preparación académica.
Por otro lado, Correos se caracteriza por promover un ambiente laboral inclusivo y colaborativo. La integración de nuevos empleados se realiza de manera cuidadosa, asegurando que se sientan parte del equipo desde el primer día. Además, la empresa pública cuenta con políticas de igualdad y diversidad al mismo nivel de la Administración, que fomentan un entorno de trabajo respetuoso y equitativo, lo que contribuye a un ambiente positivo y productivo.
Y es que, si algo percibimos las academias de preparación de oposiciones durante los últimos años, es que las prioridades de los trabajadores están cambiando. Antes, lo más importante a la hora de escoger una alternativa profesional es que garantizase estabilidad y seguridad por encima de otras cosas. Ahora, sin embargo, las nuevas generaciones dan más prioridad a aspectos como la flexibilidad y la conciliación que al aspecto económico. Principalmente, porque valoran mucho más decidir en qué invertir su tiempo más allá de trabajar, así como pasar tiempo con su familia sin que ello suponga una renuncia al ámbito profesional, como sucede en la empresa privada.
En este sentido, opositar tanto para la propia Administración como para organismos como Correos o ADIF te permite combinar todas esas ventajas: flexibilidad horaria, conciliación familiar, estabilidad y seguridad laboral.
Además, una de las grandes ventajas que ofrece el empleo público con respecto a la empresa privada es que todas las personas tienen las mismas oportunidades de acceder a la mayoría de oposiciones; no hay prejuicios ni discriminaciones por edad, género o situación vital. Esta inclusividad propia del sistema público hace que preparar oposiciones sea la única alternativa para muchas personas que se han quedado sin empleo y no encuentran su hueco en el sector privado.
En definitiva, el empleo público vive su época dorada. Ahora es el momento para que todo aquel que quiera subirse al tren que asegurará su futuro lo haga, siempre con la orientación necesaria y profesional de academias como Opostal para multiplicar las posibilidades de éxito. ¡Última llamada para opositores!