Una circunstancia extrapolable ahora a la situación del expresident Puigdemont, además de al propio Puig. En juego está también el voto de Wagensbgerg, si bien al estar de baja médica puede delegar su voto.
La Sala ha admitido por unanimidad el recurso de amparo que presentaron los diputados del PSC en el Parlament de Cataluña, según han informado fuentes del Tribunal de garantías. La ponencia ha sido redactada por la progresista Segoviano. El próximo lunes el Parlament surgido de las urnas el 12M debe escoger a su nuevo presidente y a los miembros de la Mesa de gobierno de la cámara. Una votación en la que competirán socialistas y junteros, dos partidos que buscan el apoyo de ERC para completar las mayorías necesarias.
En este contexto, los tres votos independentistas podrían ser determinantes, no tanto en la elección del presidente como en la de los dos vicepresidentes y cuatro secretarios. Junts, ERC y la CUP exploran una alianza, a la que tendrían que incorporar a los Comunes, para asegurarse la mayoría en la Mesa pese a que el independentismo ya no tiene la mayoría del Pleno.
El PSC impugnó concretamente los acuerdos de la Mesa del Parlament de 18 de abril de 2023, en el que se aprobó la regulación transitoria del voto telemático hasta que no se proceda a una reforma del Reglamento del Parlamento de Cataluña, y de 19 de abril de 2023, por el que se habilitó el procedimiento de votación telemático de Puig hasta el final de ese periodo de sesiones (31 de julio de 2023). También recurrieron el acuerdo de 19 de abril de 2023, por la que se desestimó la reconsideración de los anteriores.
En esas ocasiones se impuso la mayoría independentista en la Mesa, pese a las advertencias de los letrados del Parlament. De ahí la batalla abierta ahora por los secesionistas para conservar ese poder en el gobierno de la cámara, que les permita seguir contabilizando los votos de los fugados.
En la práctica se había permitido que Lluís Puig -que permanece en Bélgica desde 2017 evadiendo sus problemas con la Justicia española- votara de forma telemática durante ese periodo de sesiones. El Constitucional considera que esto vulneró el derecho de los diputados recurrentes a ejercer sus funciones representativas.
Los magistrados no anulan los acuerdos que se aprobaron para mantener la seguridad jurídica, pero sí afecta a las votaciones futuras.
El lunes, la primera decisión sobre el voto de Puigdemont, Wagensberg y Puig la adoptará la Mesa de Edad que dirige las votaciones de constitución de la cámara. Y los independentistas tendrán mayoría en ella, puesto que estará integrada por el diputado de Junts Agustí Colomines, como el de más edad, y la diputada de ERC Besses. Junto a ellos, la diputada de Vox Calvet será el voto, minoritario, del constitucionalismo.
La decisión del Tribunal Constitucional obligará a la Mesa de Edad a no aceptar las delegaciones de voto de Puigdemont y Puig, en una decisión que hasta ahora presentaba dudas. En la pasada legislatura la Mesa de Edad presidida por el republicano Ernest Maragall rechazó el voto de Puig, pero después la presidenta del Parlament, Borràs, lo avaló para los siguientes plenos.
El caso de Wagensberg es diferente, puesto que el republicano ha votado por delegación amparándose en una baja médica desde que el pasado enero se fugó a Suiza. La delegación de voto por baja médica sí está contemplada por el reglamento del Parlament.