A esta y otras preguntas responde el Índice de Igualdad 2024 de Ipsos, realizado en 29 países alrededor del mundo.
España se sitúa entre los países de Europa que menos creen en la meritocracia, solo un 36% cree que las posibilidades de éxito de la gente que vive en España dependen principalmente de sus propios méritos y esfuerzos. Por edades, se observa cómo son los más mayores, los Baby Boomers (42%), los que más confianza depositan en la meritocracia, con una diferencia de 15 puntos sobre la Generación Z (de 16 a 24 años).
Encontramos como la idea de que el éxito depende de factores sociales que escapan al control de la gente, es algo más apoyada por la gente en España (39%), que, además, se agudiza entre los más jóvenes con un 42% frente a los Boomers (33%)
Las desigualdades sociales crean una brecha entre diferentes sectores de la sociedad que pueden generar un malestar colectivo. En este sentido, más de la mitad de la población mundial, de media (52%), afirma que este motivo se convierte en el problema más importante, o uno de ellos, a los que se enfrentan los diferentes países. España eleva este porcentaje hasta el 53%, posicionándose como el segundo país europeo más concienciado con la disparidad social, solo por detrás de Hungría (55%). Aunque esta es una opinión compartida por la mayoría de todas las generaciones, son los Boomers los que más la comparten, con un 60% frente a un 51% de los Z o un 48% de los Millenials.
Ante la pregunta de quiénes sufren un trato más desigual, el ranking mundial y el nacional varían notablemente. A nivel global, de media, el primer puesto es para las personas con diversidad funcional y LGTBI+, ambos grupos con un 33%; seguido de las mujeres (26%), personas mayores (24%), personas con condiciones de salud mental (24%) e inmigrantes (23%)
Para la población española son los inmigrantes (33%) las personas que reciben un trato más desigual o injusto en España, seguido de las personas mayores (29%), mujeres (27%), personas con diversidad funcional (27%), personas LGTBI+ (26%) y personas con condiciones de salud mental (23%)
Se observa como los más jóvenes están más concienciados con la diferencia social de las personas no normativas (LGTBI+), que aumenta hasta un 40% frente a un 30% de los Baby Boomers. Asimismo, para los más mayores son ellos mismos los más discriminados, con un 42% frente a un 20% de los Z, y también se percibe como su preocupación por el trato que reciben las personas con diversidad funcional es mayor (34%) que la de los jóvenes (25%)
La gente lo tiene claro, son los Gobiernos los principales responsables en cambiar esta situación de desigualdad, con un 67%, de media, que así lo declara. Por su parte, España es el país europeo que más comparte esta opinión, con un 69%
Como el resto de los responsables en cambiar estas disparidades, se encuentran los medios de comunicación (26% de media vs. 23% en la población española), empleados (24% vs. 23%), padres y profesores (22% vs. 24%), los propios individuos (21% en ambos casos), organizaciones de defensa (16% vs. 8%), líderes religiosos (12% vs. 5%) y los propios grupos que sufren desigualdad (10% vs. 8%).