Esta es la aventura empresarial más especial del chef extremeño, un amante de la gastronomía, de la cultura y de la geografía española, que abre las puertas de su residencia a todos aquellos que quieran vivir una experiencia única con unos ingredientes a los que resulta complicado decir que no. En esta exclusiva propiedad junto al mar, situada concretamente en Atlanterra —un barrio tranquilo a sólo cuatro kilómetros del municipio—, Pizarro y su pareja ejercen de anfitriones y proponen experiencias gastronómicas y turísticas inigualables, desde rutas culinarias hasta catas de vinos en las bodegas del Marco de Jerez, pasando por degustaciones con el propio José en la cocina de esta casa o visitas a los mejores bares de tapas de la zona.
Pizarro abre las puertas de su casa en Andalucía para compartirla con aquellos que quieran dejarse llevar por el encanto de estas tierras. Iris ofrece una escapada de lujo para huéspedes que buscan privacidad absoluta y algo especial gracias a las múltiples opciones de ocio que ofrece la zona. Esta preciosa villa es obra del arquitecto Alfonso Alzugaray y está situada en lo alto de un acantilado con vistas directas al Cabo de Plata. Su posición le permite ofrecer a los invitados unas vistas panorámicas únicas hacia la costa de Marruecos, ya que el continente africano se encuentra a poco más de 30 kilómetros de distancia, y en días despejados ofrece una estampa idílica. Además, está a tan sólo cuatro minutos andando de la paradisíaca playa de Los Alemanes y a siete minutos en coche del centro del pueblo de Zahara de Los Atunes, una de las joyas escondidas de España. A ello se suma un clima privilegiado, que garantiza buen tiempo durante prácticamente todo el año: la zona tiene una temperatura media anual de 19°C con aproximadamente 320 días de sol al año.
Para acceder a la propiedad es necesario tomar un funicular desde el garaje privado —cubierto y con capacidad para cuatro coches— a nivel de calle. Iris puede alojar hasta diez huéspedes en sus cinco habitaciones, con vistas al océano. Además, todas las estancias cuentan con terraza y baño privado. En la planta baja hay tres dormitorios dobles con baños en suite y hay un cuarto dormitorio familiar, que consta de dos dormitorios dobles conectados por un cuarto de baño compartido, con una puerta de cristal que se puede abrir a la playa. Los huéspedes también pueden disfrutar de piscina infinita al aire libre, gimnasio, barbacoa, estudio office y sala de TV, salón, cocina profesional totalmente equipada, y conexión wifi gratuita.
En Iris Zahara es posible despertarse cada día con el sonido del mar, nadar y tomar el sol en la infinity pool y en el solárium, gozar de espectaculares vistas desde el sofá del salón, hacer una barbacoa en el jardín al atardecer o disfrutar de un poco de privacidad en el estudio. Antes y durante toda la estancia, un equipo de hospitalidad se encarga de satisfacer las necesidades de los clientes para que la experiencia sea lo más cómoda y agradable posible. Asimismo, ofrecen traslados al aeropuerto —está a poco más de dos horas del de Sevilla—, que también se utilizan en las experiencias complementarias.
A la magnificencia de esta casa contemporánea se une el carácter extraordinario del entorno natural, cultural y de ocio que le rodea. Iris Zahara es relajación total y mucha diversión explorando los hermosos paisajes de Andalucía. El equipo de Iris se adapta a las necesidades y peticiones de los invitados para ofrecerla experiencias inolvidables, más allá de la propia estancia. Una de las más exclusivas es la de disfrutar de una clase de cocina con el propio José Pizarro para aprender a preparar algunos platos de la región utilizando los ingredientes del mercado; también se pueden conocer excelentes maridajes de vinos y la vida de uno de los pueblos pesqueros más importantes de la comarca, Barbate.
Si se es amante de los vinos es imposible no visitar el Marco de Jerez y sus bodegas con parada en El Puerto de Santa María, Sanlúcar y Jerez de la Frontera para disfrutar de sus botellas, de las tapas y de otro tesoro gastronómico, el jamón ibérico.
Otro día perfecto puede ser visitar Sevilla y su catedral, la Giralda o el Alcázar con sus jardines; tomar tapas locales y descubrir el animado ambiente del barrio de Santa Cruz.
Los amantes del deporte también encontrarán múltiples opciones: golf, surf, rutas en quad o bicicleta, buceo, paseos a caballo, senderismo, parapente o rutas guiadas en coches 4×4 son solo algunas de las propuestas. A ello se suma que Iris Zahara está a solo media hora de Tarifa, la meca del windsurf y kitesurf.