El cierre de persianas de comercios de barrio en todo el territorio se hace notar desde hace años en los datos que funde cada mes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el balance, si se echa la vista cinco años atrás, es dramático: España ha perdido a 50.000 profesionales.
En términos medios, había 740.453 autónomos que desempeñaban su actividad en la categoría de ‘comercio, reparación de vehículos de motor y motocicletas’ lo que son 1.400 menos que un mes antes y hasta 8.000 menos que los registrados hace un año. Las variaciones intermensuales son habituales en todos los datos de empleo, pero la comparativa con el 2023 ofrece una información más relevante que contribuye a explicar la imagen completa del deterioro de este sector en la última década y que se ha agravado con la irrupción de la venta ‘online’.
Prueba de ello es que la diferencia es especialmente significativa con el dato prepandemia, en mayo de 2019 había 788.587 autónomos en esta categoría del RETA mientras que hace un mes eran solo 740.452. Si bien, la Tesorería General de la Seguridad Social también permite aislar la cifra que se refiere exclusivamente a los trabajadores por cuenta propia que se dedican al pequeño comercio. Antes del coronavirus eran 518.990 y ahora se sitúan en algo más de 480.583, lo que pone de relieve que buena parte de las pérdidas se concentran en tiendas de todo tipo: papelería, textil, juguetes o ferreterías. Las principales asociaciones de autónomos del país se han hecho eco de este fenómeno en los últimos años, aunque entre ellas, no se ponen de acuerdo a la hora de señalar cuáles son las causas que han conducido a estos resultados. La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (UATAE) -próxima a CCOO- apuntaba esta semana a través de diferentes portavoces autonómicos al dominio de las grandes superficies y al auge de las compras por internet como principales responsables, pero también cargan con parte de la responsabilidad a las instituciones públicas por no apoyar al sector y no haber puesto en marcha las ayudas necesarias en el marco de la pandemia.
La Asociación de Trabajadores Autónomos hacía mención este martes al sector del comercio entre los otros tres ámbitos que habían registrado un balance negativo (comercio, industria y hostelería). Estos creen que el aumento generalizado de costes que ha tenido lugar en los últimos años de materiales, suministro energético y laborales han acorralado a un sector que estaba en su mejor momento por la falta de relevo generacional. El contexto de inflación también se ha traducido en que muchos de ellos hayan experimentado un incremento en las letras de la hipoteca del local en el que desarrollan su actividad o del alquiler de las instalaciones, lo que ha complicado su viabilidad.