Vodafone España ha convocado a los sindicatos para iniciar el periodo de consultas, si bien todavía no se ha fijado la fecha de inicio para la negociación de este despido colectivo. «Dicho procedimiento surge desde el convencimiento de que es la única fórmula para garantizar la viabilidad y competitividad de la empresa a futuro y se aborda con una actitud responsable y dialogante, desde la operadora, y con la voluntad de alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes», subraya la empresa.
La compañía ha argumentado que el ERE se debe a «razones económicas, productivas y organizativas» ante el «fuerte deterioro financiero y comercial». En concreto, y según los datos ofrecidos por la empresa, la teleco ha disminuido sus ingresos totales en un 8% y ha perdido aproximadamente 400.000 clientes de contrato en los dos últimos años.
«También se debe a la necesidad urgente de efectuar un cambio organizativo y operativo, con el objetivo de redimensionar la organización para adaptarse a la nueva realidad de mercado y recuperar la competitividad. Este procedimiento de despido colectivo no afectará ni a la calidad del servicio ni al soporte que se presta a los clientes», ha añadido la empresa.
Por su parte, la secretaria general de la sección sindical de FSC-CCOO en Vodafone, Molino, se ha mostrado crítica con la decisión de la compañía de acometer este despido colectivo y ha asegurado que el objetivo será conseguir que las salidas sean voluntarias. «Nos parece una barbaridad. Estamos hablando de un ERE de unas grandes dimensiones en una plantilla que ya está muy ajustada. Si ya estábamos ajustados antes, no sé cómo pensarán hacer las cosas ahora. Ni siquiera han esperado a ver cómo está la plantilla (en referencia a Zegona). Va a ser muy difícil un acuerdo que no sea totalmente voluntario. No entendemos las prisas, es una sangría».
La representante sindical también ha destacado que primero tendrán que analizar las causas esgrimidas por Zegona para llevar adelante el ERE, al tiempo que ha recalcado que casi no conocen a los nuevos dueños -en referencia al fondo británico- y que, de momento, desconocen qué alternativas se propondrán.
Asimismo, ha hecho hincapié en que todavía no les han convocado para empezar las negociaciones, si bien la mesa se tendrá que constituir en un máximo de 15 días. «Parece que está hecho a propósito. Ya estamos casi en verano y nos vamos a poner casi en agosto», ha criticado Molino en relación con los tiempos para el desarrollo de las negociaciones ante la cercanía de las vacaciones de verano.
Por su parte, desde UGT han criticado la «voracidad» de Zegona y ha indicado que el caso de Vodafone «se estudiará en las facultades de economía como un ejemplo de cómo la mala gestión puede dilapidar el valor de una compañía que llegó a ser líder mundial entre las operadoras de telecomunicación». «Una vez más confluyen en una empresa del sector de las telecomunicaciones la voracidad de una dirección incapaz de idear soluciones reales a los problemas reales que han aquejado a Vodafone España y la inacción de una Administración (en referencia al Gobierno) que no solicitó ninguna garantía para el empleo en la aprobación de la venta de Vodafone España a Zegona», ha añadido UGT.
Asimismo, el sindicato ha criticado la «falta de visión estratégica» de Vodafone España, su «incapacidad de leer la evolución del mercado», su «desprecio a la innovación y el I+D» y su «servilismo ante la voracidad de los accionistas». «Ahora, Zegona decide repetir un modelo fracasado. Reducir y castigar a la plantilla en aras de una supuesta futura mejora de la posición de la compañía en el mercado», ha agregado.
Como se sabe, este es el quinto ERE de la operadora desde 2013. En concreto, en 2013 la empresa ejecutó un ERE que afectó a 620 trabajadores, mientras que en 2015 hubo otro que supuso el despido de 1.059 personas. A ese le siguió otro en 2019 en el que salieron 1.102 empleados, mientras que en 2021 la plantilla se redujo en 442 efectivos.
Este nuevo ERE se produce después de que el pasado 1 de junio tomase las riendas de Vodafone España la nueva cúpula directiva de la compañía, dirigida por José Miguel García como consejero delegado.