La ministra Montero ha prometido a Cataluña una «financiación singular». Una medida que se está interpretando como un pago a los partidos independentistas para comprar la Generalitat Valenciana. Montero atiende a las peticiones de ERC y Junts, quienes pusieron como condición en la investidura de Sánchez del 23J la financiación la condonación de la deuda. Propone un sistema de financiación autonómico al margen del resto de España para esta autonomía con mayores beneficios precisamente en un momento en el que el PSOE de Salvador Illa peligra.
En la Comunidad Valenciana, la más castigada por el actual sistema y peor financiada de España, se percibe esta medida discriminatoria como un «ataque». El presidente Carlos Mazón ya ha anunciado que estudia medidas legales y no descarta elevar un recurso al Tribunal Constitucional, mientras Compromís amenazan con dejar de apoyar al PSOE como parte del mismo Gobierno que son.
La coalición de Joan Baldoví, dentro de Sumar, ha recordado que «votó en el Congreso en contra del Cupo Vasco» y advierte: «no aceptaremos un trato que no sea en igualdad de condiciones». Preguntado por si retiraría el apoyo al Gobierno de Sánchez ha respondido dubitativo que «eso tiene que venir», pero no lo descarta y afirma que «sí podría ser un motivo para dejar de dar apoyo al Gobierno a nuestro entender». La infrafinanciación une incluso a Compromís y al PP. Baldoví y Mazón llegaron a un acuerdo para sacar adelante una ley de trato justo a propuesta de la coalición nacionalista con el objetivo de, una vez aprobada, enviarla al Congreso de los Diputados y se vote allí. «Espero que entre en el próximo pleno», ha pedido Baldoví tras el reciente anuncio del Ministerio.