Pese a que las organizaciones empresariales no presentaron ninguna propuesta escrita en la reunión del pasado 1 de julio, como les había reclamado Trabajo, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Díaz, ha anunciado que el Gobierno llevará mañana a la mesa de negociación una nueva propuesta, dirigida fundamentalmente a CEOE, con el fin de atraerla hacia al acuerdo.
«Vamos a hacer nosotros lo que no hacen ellos, y vamos a ver cuál es su vocación negociadora», subrayó Díaz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado martes. La ministra explicó que se hará esa propuesta para que los empresarios vean que la vocación del Ministerio de Trabajo no es sólo dialogar, sino alcanzar un acuerdo. «Y estamos convencidos de que en esta materia también se puede hacer», indicó Díaz.
Antes de todas esta amenazas , Cepyme había destapado el frascoi de las esencias con un manifiesto en favor de la libertad de empresa con fuertes críticas al «intervencionismo y hostigamiento» del Gobierno y a su política «persecutoria e incriminatoria» hacia a las empresas. «La reducción de la jornada es sólo el último ejemplo de cómo el Ejecutivo actúa de manera unilateral, sin evaluar sus medidas y perjudicando a la empresa. Lo cierto es que está demostrándose que hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas. Negociar en estas condiciones resulta muy difícil, a veces hasta nos parece estéril, pero hay que seguir negociando», apuntó el dirigente de Cepyme, Gerardo Cuerva, durante la presentación de dicho manifiesto.
Por su parte, Garamendi, ha acusado estos días al Ministerio encabezado por Yolanda Díaz de ir con el resultado de la negociación sobre la reducción de jornada ya cerrado y establecer un «monólogo» en lugar de un diálogo social. Asimismo, asegura que los empresarios han realizado «muchísimas propuestas» en relación a la reducción de la jornada laboral, pero que el Gobierno «no acepta ninguna». «Hemos planteado de todo y no nos han escuchado en nada», ha criticado el dirigente empresarial.
La reducción de la jornada laboral se estaba negociando en dos mesas: una tripartita, entre el Ministerio de Trabajo y agentes sociales, y otra bipartita, solo con patronal y sindicatos, hasta hace pocas semanas, cuando el Ministerio de Trabajo cogió las riendas de la negociación ante la falta de avances entre sindicatos y patronal. El principal punto de fricción que ha impedido a la mesa bipartita avanzar, según CCOO, ha sido la intención de la patronal de compensar la reducción del tiempo de trabajo a través del incremento de las ‘horas extra’, que actualmente se encuentran en un máximo de 80 horas al año. Trabajo ya ha dicho que no contempla tampoco compensar con horas extraordinarias la reducción de la jornada, pero, al igual que los sindicatos, se ha abierto a negociar elementos «colaterales» siempre que previamente se acepte la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales.
Dichos elementos podrían ser la distribución del tiempo de trabajo, la entrada en vigor de las distintas reducciones de jornada, qué sistemas de control horario se pueden implementar o qué tratamiento dar a determinados sectores.