La primera eléctrica de Europa por capitalización lo ha conseguido después de recibir una demanda inicial superior a los 4.000 millones de más de 220 inversores, lo que ha permitido fijar el margen de crédito sobre la referencia correspondiente –el midswap en euros a ese plazo– en los 83 puntos básicos.
Es la tercera operación pública en lo que va de año, tras el bono híbrido (deuda subordinada) por importe de 700 millones de euros emitido a comienzos de año y el más reciente emitido hace unas semanas en el mercado suizo, por importe de 335 millones de francos suizos. La compañía presentará los resultados del primer semestre el próximo 24 de julio con la mayoría del plan de financiación durante el año ya ejecutado de forma satisfactoria.
La compañía ha aprovechado el buen el contexto internacional, con un entorno de mercado estable, tras el conocimiento de los resultados electorales en Francia, acontecimiento que había generado cierta volatilidad en los mercados durante las pasadas semanas.
Esta emisión ha acaparado la atención de los inversores y ha obtenido una fuerte demanda. Ha superado los 4.000 millones de euros, lo que ha permitido obtener un margen de crédito final de 83 puntos básicos sobre la referencia correspondiente (midswap a ese plazo de diez años), un nivel muy estrecho, que ha permitido fijar un cupón del 3,625%. En emisión han participado más de 220 inversores, distribuyéndose la colocación en Francia (36%), Alemania (16%), Reino Unido (17%), Benelux (15%) y otros países europeos (16%).
Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables. Una mayoría de la operación – 85% – se ha colocado entre inversores ESG, por lo que Iberdrola continúa diversificando su base inversora y ampliando la demanda, lo que mejora la ejecución de estas operaciones en momentos difíciles de mercado. Los fondos obtenidos se destinarán a Activos Elegibles Verdes, tal y como se definen estos en el Marco de Financiación Verde de Iberdrola.
En la colocación han participado nueve bancos: BBVA, Bank of America, HSBC, Kutxabank Investment Norbolsa, Mizuho, Natixis, Standard Chartered, Unicredit y Wells Fargo.
Esta operación permite al grupo apuntalar su liquidez, anticipándose a un potencial incremento de la volatilidad en los mercados, que pueda venir tras el verano. Esta operación le permite reforzar su ya confortable posición de liquidez, a unas excelentes condiciones y en un buen momento de mercado, a la vez que ofrece a los inversores la posibilidad de participar en una operación senior de Iberdrola en la primera parte del año.
La confianza de los inversores en Iberdrola es constante. Además de la emisión del mes pasado en francos suizos, en marzo firmó con el Banco Europeo de Inversiones un préstamo verde de 700 millones de euros para la expansión de las redes eléctricas en España y en enero Iberdrola y Banco Mundial ampliaron su alianza con un préstamo verde de 300 millones para proyectos renovables en países emergentes.
Ese mismo mes, emitió 700 millones en bonos híbridos manteniendo de esta forma estable el volumen de híbridos de la compañía en un importe de 8.250 millones de euros. Los fondos obtenidos fueron empleados en la refinanciación de los activos renovables que habían financiado con el bono híbrido emitido en 2018, que se remplazaba con esa operación.
A finales de diciembre, la compañía firmó su mayor línea de crédito de la historia por 5.300 millones de euros con 33 entidades bancarias internacionales. El coste de esta operación se situó en los niveles más competitivos para Iberdrola, con precios similares a los de 2019 y la operación fue sobresuscrita en más de un 40%, lo que demuestra el fuerte compromiso de la banca con la primera utility de Europa por capitalización y la segunda del mundo.
Iberdrola se ha consolidado como referente global en financiación sostenible con más de 50.000 millones de euros de volumen en operaciones vivas y es el primer grupo privado mundial en emisión de bonos verdes, después de convertirse en 2014 en la primera empresa española en emitir un bono de estas características. En la actualidad, el grupo cuenta con cerca de 22.000 millones de euros de bonos verdes vivos.
Dentro del mercado bancario, en 2016, la compañía también suscribió el primer préstamo verde para una energética, por importe de 500 millones de euros. A aquella operación le siguieron diversas operaciones de préstamos y líneas de crédito ligadas a criterios de sostenibilidad