La operación se encuentra recogida dentro la política de rotación de activos anunciada en el Plan Estratégico 2022-2030 de la firma, que tiene como prioridades la descarbonización y la seguridad de suministro de España y Europa.
Según el comunicado remitido por la compañía la venta de la compañía, que supone su salida de Estados Unidos, «refuerza la política de dividendos de Enagás, así como su sostenibilidad a largo plazo». Está previsto que la transacción se cierre a finales de este mes de julio, si bien del importe acordado, 50 millones de dólares, se recibirán una vez que se obtenga una autorización administrativa en curso.
La operación, que generará una minusvalía contable en la cuenta de resultados de 2024 por importe de alrededor de 360 millones de euros al cierre de la operación, tendrá un «impacto muy positivo en el Estado de Flujos de Efectivo de la compañía debido a la entrada de caja que conlleva esta desinversión», comenta la empresa.
También ha llevado acabo operaciones de compra en España y Europa como la adquisición de un 4% adicional en Trans Adriatic Pipeline (TAP) hasta alcanzar el 20% del accionariado, la entrada con un 15% de participación en el consorcio Hanseatic Energy Hub (HEH) para la construcción de la primera terminal terrestre de gas natural licuado de Alemania, o el acuerdo con Reganosa para la creación de un hub energético en el noroeste de España.