En total, se pretende llegar a tener una exposición de 15 fondos de grandes gestoras, con inversiones principalmente europeas y en euros. “Esta apuesta por el ‘private debt’ nos ayuda a diversificar todavía más nuestra cartera, dentro de nuestro catálogo de inversiones alternativas y, sin dejar de lado siempre nuestro carácter conservador, también nos aporta algo más de rentabilidad”, señala Anguita, consejero delegado de Mapfre AM.
El equipo de la gestora realizará una exhaustiva due diligence de los fondos en los que va a invertir y tendrá en cuenta criterios como el tamaño del fondo, la experiencia del equipo gestor, el proceso de inversión, el tiempo que lleva trabajando juntos o el track récord de inversiones pasadas. Y, como ocurre con el resto de inversiones de Mapfre, se dará prioridad a los criterios ESG.
Mapfre inició su aventura en los activos alternativos a través de fondos en 2018. Desde entonces, ha comprometido 1.350 millones de euros en fondos inmobiliarios, de infraestructuras, private equity, private debt o renovables, siempre de la mano de los mejores socios internacionales.