El directivo ha responsabilizado de esta situación a Talgo, fabricante de los trenes de la serie 106 que prestarán estos servicios, y que están pendientes de homologación en las vías galas. En concreto, Blanco ha urgido al fabricante a que finalice estas pruebas para poner en marcha nuevos servicios entre Barcelona, Lyon y París.
El máximo responsable de la operadora pública ha explicado que, tras las «vicisitudes» en la entrega de los trenes de la serie 106 (cuya entrega se retrasó más de dos años), le preocupan «los tiempos y la situación» del constructor ferroviario, al que ha exigido que «cumpla sus compromisos».
El presidente de Renfe ha eludido pronunciarse sobre la opa en curso sobre Talgo, presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon, pero sí le ha pedido «máximo compromiso» y que «cumpla» en el mantenimiento y homologación de los trenes.
Respecto a la competición abierta en España con motivo de la liberalización del sector ferroviario, Blanco ha reclamado hacer sostenible el sistema: «No se puede perder dinero eternamente», exclamó, en relación con las pérdidas que vienen registrando los tres operadores (Renfe, Iryo y Ouigo) durante los últimos ejercicios. «No puede ser que se cree un sistema donde todos los operadores perdemos dinero, no pueden ser sostenibles eternamente las pérdidas a largo plazo», ha añadido, tras lo que ha expresado que si continúa esta tendencia «vamos a bajar todos la calidad».
El responsable de la compañía pública ha valorado positivamente la competitividad en precios, pero al mismo tiempo ha resaltado la importancia de mantener «la sostenibilidad del sistema». Además, ha instado a cesar la guerra de precios entre operadoras, invitando a «tener en cuenta las estructuras de las compañías» y a «pensar en el medio y largo plazo, porque si se mantiene una guerra de precios, se arrastra a bajar la calidad de los productos».