La gran incógnita radicaba en si la candidata del Partido Popular europeo, von der Leyen, obtendría los apoyos necesarios para revalidar al frente del Ejecutivo comunitario. El pleno de la Eurocámara, reunido en Estrasburgo, ha decidido este jueves apoyar un nuevo mandato de la alemana durante los próximos cinco años.
La alemana ha sido escogida para volver a llevar las riendas de la Comisión Europea otros cinco años más, con 401 votos a favor, 284 votos en contra y 50 abstenciones. En total han votado 707 eurodiputados y la mayoría que requería Von der Leyen para salir adelante eran 360 votos, por lo que la política consigue 41 apoyos más de los necesarios superando ese margen de ocho eurodiputados que le daba la presidencia de la Comisión Europea en la anterior legislatura.
La aritmética parlamentaria salida de la convocatoria a las urnas del pasado 9 de junio daba a la alemana el margen que necesitaba para revalidar un nuevo mandato. La coalición tradicional de populares, socialistas y liberales reunía, por si sola, ese mínimo de votos.
«Estoy muy agradecida al Parlamento Europeo por el apoyo y confianza de la mayoría», dijo en rueda de prensa la política conservadora, que ha apuntado que se centrará en construir el equipo del colegio de comisarios para los próximos cinco años. «En las próximas semanas los líderes de la UE presentarán un candidato, los entrevistaré en agosto y escogeré a los mejores, manteniendo la paridad entre hombres y mujeres».
La alemana, que flirteaba durante la campaña electoral con la formación ultraderechista que encabeza la primera ministra italiana, Meloni, el grupo de Conservadores y Reformistas (ECR), ha jugado sus cartas para dar a liberales y socialistas las garantías que venían reclamando a cambio de su apoyo. Los Hermanos de Italia de Meloni habrían votado en contra de la candidatura de la líder popular, sin embargo, los Verdes anunciaron esta mañana que darían su apoyo a Von der Leyen.
Dado que el voto es secreto, la votación se articulaba como un campo de minas ante la posible salida de la disciplina de voto de partido que podrían esgrimir ciertos integrantes de los grupos políticos. Finalmente, la alemana ha salido elegida en la primera votación.
El respaldo a la hasta ahora presidenta de la Comisión Europea no era un cheque en blanco. Los socialistas reclamaban a la alemana que pusiera en marcha más políticas sociales y europeas en sectores como vivienda. La que era la principal condición para el respaldo de los 136 eurodiputados de los socialistas apuntaba también a crear la figura de un comisario de Vivienda. Más allá de eso, ponían en la palestra la necesidad de dar continuidad a las políticas verdes que generan discrepancias dentro de la formación popular.
Las elecciones se resolvieron con 185 escaños para los populares europeos, los 136 de socialistas, y 79 para Renew, lo que daba margen a la alemana para repetir en el cargo. Verdes e Izquierda sumaban 52 y 36 escaños respectivamente. Las formaciones de ultraderecha, como ERC, consiguieron 73 y 58 eurodiputados fueron a parar al grupo Identidad y Democracia. Este último grupo en el que se inscribe la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, ha acogido en sus filas al Fidesz de Víktor Orbán, y a los grupos de extrema derecha de Matteo Salvini y Santiago Abascal (Vox), en una formación bautizada como Patriotas por Europa.
Tras cinco años en la presidencia de la Comisión Europea, Von der Leyen ha capitaneado medidas tan excepcionales como la primera emisión de deuda conjunta a nivel comunitario para formular el Plan de Recuperación. También ha sido impulsora del Pacto Verde europeo, que ha encaminado a la UE hacia una política industrial y económica basada en las tecnologías limpias. Ha logrado el respaldo a Ucrania tras ser invadida por Rusia en 2022 y ahora debe vérselas con una arquitectura política comunitaria más escorada a la extrema derecha que en la pasada legislatura.
La que fue ministra de Exteriores con Angela Merkel emergía como líder de la Comisión Europea en 2019 contra todo pronóstico y con el respaldo del presidente galo, Emmanuel Macron.
El pasado junio, los líderes de los Veintisiete dieron su beneplácito para nombrar a Von der Leyen en un segundo mandato con un discurso que apremiaba a mostrar una Europa fuerte y decidida en un entorno geopolítico tan incierto como cambiante. Era un mensaje de unidad para la esfera internacional, una forma de mostrar una UE estable y estructurada, especialmente en un momento en el que otra convocatoria electoral, la estadounidense, amenaza con hacer temblar los fundamentos de las relaciones entre bloques.