La iniciativa aprobada sostiene que «la Monarquía parlamentaria es parte esencial del pacto constitucional de 1978, así como de la consolidación de la democracia y del progreso social experimentado por España en el último medio siglo». Otro de los puntos del texto agradece al Rey Felipe VI «su compromiso con la defensa de los principios y valores constitucionales, el desempeño ejemplar de sus responsabilidades institucionales, y sus esfuerzos dedicados a la renovación y modernización de nuestra Monarquía parlamentaria, todo ello acreditado de forma constante durante la primera década de su reinado».
Por último, el Senado expresa su felicitación a Felipe VI por el décimo aniversario de su proclamación y, con este motivo, «renueva el leal compromiso institucional de esta Cámara parlamentaria con nuestra Constitución y con la Monarquía parlamentaria como forma política del Estado español».
La encargada de defender esta iniciativa en el Pleno ha sido la portavoz de los ‘populares’ en el Senado, Alicia García, que ha ensalzado la labor del monarca y el papel de la Casa Real y la Constitución. La dirigente ‘popular’ ha destacado «el reconocimiento del Senado al Rey Felipe VI por el desempeño ejemplar de sus funciones constitucionales, durante la primera década de su reinado». «Tenemos a uno de los mejores jefes del Estado del mundo», ha dicho. De la misma manera, Alicia García ha resaltado el papel «esencial de la Reina Letizia; y de la Princesa de Asturias, como hemos observado recientemente en su viaje oficial a Portugal». Ha afirmado que la «grandeza» de nuestra democracia es contar con una «Constitución que permite el ejercicio diario de la expresión de nuestras diferencias» y la Corona es el «vértice de ese marco institucional de derechos y libertades, el símbolo de la unidad y la permanencia del Estado que los garantiza».
La portavoz del PNV, Beltrán de Heredia, se ha mostrado frontalmente en contra de esta iniciativa: «No somos un partido monárquico, no somos súbditos ni debemos tesis a ningún rey, tampoco hoy vamos a apoyar esta moción que viene a ensalzar la monarquía y al monarca, una figura anacrónica, heredera del franquismo, de una persona con conductas poco ejemplares que ha transitado impunemente por la historia de España durante casi 40 años, dejando tras de sí un sendero de corrupción». Al hilo, la senadora del PNV ha aprovechado la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso sobre «regeneración democrática» para reclamarle una «reformulación» de la monaquía «y acabar con esta anomalía democrática».
En parecidos términos se ha pronunciado la portavoz de ERC en el Senado, Bailac, que ha denunciado el «carácter antidemocrático» de la monarquía y ha acusado a las Cortes Generales de únicamente debatir iniciativa sobre la Casa Real «para alabar la figura del Rey»
El portavoz de Junts en el Senado, Cleries, ha vuelto a criticar el discurso de Felipe VI tras el referéndum ilegal en Cataluña del 1 de octubre de 2017, a la vez que le ha acusado de no defender el catalán y de dar «la espalda» a los ciudadanos catalanes.
Desde EH Bildu creen que esta iniciativa «llega del pasado, huele a naftalina y a doctrina canovista». «La Jefatura del Estado no puede fundamentarse en la línea sucesoria», ha denunciado su senador Mario Zubiaga.
El portavoz del PSOE en el Senado, Espadas, ha sugerido que el PP ha forzado una votación para «retratar» a los socialistas: «La foto va a ser la misma que ha mostrado este grupo y mi partido desde 1978: la del consenso institucional en torno al acuerdo que alcanzamos entonces y que se plasmó en la forma de gobierno vigente, la monarquía parlamentaria». En cualquier caso, Espadas ha defendido que los socialistas no han ocultado «nunca» su preferencia y «valores republicanos», aunque ha reivindicado su labor de defensa de la monarquía parlamentaria y la Constitución.
«Reconocemos los avances que Felipe VI ha imprimido a la institución en este período para modernizarla y hacerla más transparente. Creemos que este es el camino para que siga siendo valorada de forma positiva por la ciudadanía, revalidando el acuerdo político constituyente, porque no hay que confundir lealtad con inmovilismo acrítica».