Esta última se vio favorecida por otra intervención directa y la consiguiente liquidación de posiciones de carry trade, que afectó especialmente a las divisas de las materias primas y de los mercados emergentes. Los mercados de divisas siguen haciendo caso omiso de los acontecimientos políticos en EE.UU., y la noticia de la retirada de Joe Biden de la carrera presidencial y su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris están teniendo poco impacto en el mercado en las primeras horas de la sesión asiática.
Los mercados de divisas suelen estar tranquilos en los meses de verano, y esta semana habrá pocas publicaciones de datos importantes o reuniones políticas que los agiten. Estaremos atentos a la dinámica de intervención y stop loss en el yen japonés, así como a cualquier detalle que pueda surgir sobre la política monetaria en un hipotético segundo mandato de Trump. En cuanto a los datos, el miércoles conoceremos el índice PMI de actividad empresarial de julio, una lectura actualizada de las principales tendencias económicas (especialmente de la aparente ralentización de la economía estadounidense). El crecimiento del PIB estadounidense en el segundo trimestre (jueves) y la inflación PCE (viernes) completarán la semana.
EUR
La reunión de julio del BCE celebrada la semana pasada fue extraordinariamente descafeinada, ajustándose casi por completo a las expectativas del mercado de que no se produjera ningún cambio en los tipos ni en la comunicación. Creemos que el camino que el Consejo seguirá es el que más o menos han anticipado los mercados: dos recortes adicionales en 2024, probablemente en septiembre y diciembre.
El foco de atención de esta semana estará en la publicación de los índices PMI de actividad empresarial de julio. Los datos anteriores de junio mostraron una caída inesperada, quizá provocada por el temor a las elecciones francesas. Con la Asamblea francesa en punto muerto y el partido de Le Pen lejos del poder, podríamos asistir a una sorpresa al alza que impulsaría a la moneda común.
USD
La mayoría de los informes económicos de segundo orden de EE.UU. fueron mejores de lo esperado, lo que arroja algunas dudas sobre la narrativa de una desaceleración en el país. La principal sorpresa han sido las peticiones semanales de subsidio de desempleo, que continúan su lenta tendencia al alza, aunque partiendo de niveles muy bajos. Ni los datos ni las convulsiones políticas están teniendo mucho efecto en las expectativas de la política de la Reserva Federal, ya que los traders esperan un recorte de tipos en septiembre y están divididos por igual en cuanto a la posibilidad de uno o dos recortes adicionales antes de fin de año.
Con el candidato republicano a la presidencia firmemente al frente, creemos que conviene vigilar los argumentos del Partido Republicano a favor de una devaluación del dólar. En su defecto, una victoria de Trump sería positiva para el dólar.
GBP
Los mercados de tipos de interés valoran con un 50% la posibilidad de un recorte en la reunión de agosto del Banco de Inglaterra. Los datos de inflación de la semana pasada fueron ligeramente superiores a lo esperado, pero el efecto sobre la libra se vio contrarrestado por las decepcionantes ventas minoristas de junio.
En conjunto, la decisión sigue estando muy equilibrada, pero la resistencia de la demanda y las perspectivas de mejora de los lazos con la Unión Europea nos llevan a mantener una perspectiva optimista sobre la libra, independientemente del resultado final. La principal referencia macroeconómica de la semana serán las encuestas PMI, que se espera que sigan siendo coherentes con una saludable expansión de la demanda interna.