De acuerdo con los datos de S&P y Hamburg Commercial Bank (HCOB), el PMI compuesto de julio cayó a 50,1 puntos, apenas una décima por encima del nivel de estancamiento, y se sitúa ocho décimas por debajo del dato de julio (50,9) y un punto por debajo de la previsión del consenso (51,1).
Según este último informe, el crecimiento registrado se debió «en general» a la actividad de los servicios, que aumentó en julio por sexto mes consecutivo. Sin embargo, esta modesta expansión fue la más lenta de los últimos cuatro meses: el PMI servicios se situó en 51,9 puntos, nueve décimas por debajo del dato de junio (52,8) y once por debajo de la previsión del consenso (53).
Mientras tanto, la producción manufacturera siguió disminuyendo a principios del tercer trimestre, ampliando a 16 meses la actual secuencia de contracción. Además, el ritmo de reducción fue acusado, habiéndose acelerado hasta el más rápido de 2024 hasta la fecha: el índice PMI manufacturero cayó a 45,6 puntos desde los 45,8 del mes anterior y a la expansión hasta los 46,1 que preveía el consenso. «El casi estancamiento de la actividad empresarial reflejó nuevos signos de debilidad de la demanda. Los nuevos pedidos disminuyeron por segundo mes consecutivo en julio. El ritmo de reducción se aceleró ligeramente con respecto a junio, pero siguió siendo modesto», explica HCOB.
Asimismo, como sucede en el caso de la producción, el crecimiento de las entradas de pedidos en el sector servicios contrastó con la caída de las entradas de pedidos en el sector manufacturero. Con todo, la «modesta» expansión de los servicios fue insuficiente para compensar la mayor caída de las entradas de pedidos en el sector manufacturero desde diciembre.
«Los nuevos pedidos de exportación (que incluyen el comercio dentro de la eurozona) cayeron más rápidamente que el total de nuevos negocios, ya que las empresas de la eurozona siguieron luchando por conseguir ventas de clientes internacionales. Los nuevos pedidos de exportación disminuyeron por vigésimo noveno mes consecutivo, a un ritmo ligeramente superior al registrado en el periodo anterior», agrega el banco alemán. Asimismo, el informe señala que las dos mayores economías de la zona del euro, Alemania y Francia, siguieron obteniendo «peores resultados» que el conjunto de la región. En concreto, la producción germana disminuyó por primera vez en cuatro meses, mientras que la del país vecino registró una tercera reducción mensual consecutiva de la actividad empresarial.
«Este comportamiento contrasta con el crecimiento continuado en el resto de la zona euro, aunque el último aumento de la producción fue el menos marcado desde enero», apunta la entidad en el informe.
Por otro lado, la caída de los nuevos pedidos, la menor confianza y el casi estancamiento de la actividad desanimaron a las empresas de la zona euro a contratar más personal en julio. Según HCOB, el empleo se mantuvo sin cambios, poniendo fin a una secuencia de seis meses de creación de puestos de trabajo. «Los proveedores de servicios siguieron aumentando sus plantillas, aunque al ritmo más lento desde enero. Por su parte, las plantillas del sector manufacturero registraron el mayor descenso de 2024 hasta la fecha. La mayor reducción del empleo en casi cuatro años en Alemania anuló los aumentos de plantilla en Francia y en el resto de la eurozona. Mientras tanto, la cartera de pedidos en toda la zona euro siguió disminuyendo a buen ritmo», destaca la firma alemana.
Junto a la caída del empleo en el sector manufacturero en julio, los fabricantes de la eurozona también redujeron su actividad de compras y sus existencias, tanto de compras como de productos acabados, a principios del tercer trimestre del año. En todos los casos, las tasas de descenso se mantuvieron «sólidas». Mientras tanto, los plazos de entrega de los proveedores se acortaron por sexto mes consecutivo, aunque el ritmo de mejora de los resultados de los vendedores fue «ligero» y el más débil de la actual secuencia de acortamiento de los plazos de entrega.
Por el contrario, los precios de los insumos volvieron a subir con fuerza en julio y el ritmo de crecimiento de la inflación alcanzó su nivel más alto en tres meses. Según HCOB, la última subida también fue «más acusada que la media de la serie» y destaca que las presiones sobre los costes siguieron siendo más pronunciadas en el sector servicios que en el manufacturero, con un aumento «sustancial» de los precios de los insumos de los servicios en el último periodo de la encuesta. No obstante, la inflación de los costes en el sector manufacturero también repuntó y fue la más rápida en año y medio.
Aunque el ritmo de la inflación de costes se aceleró en julio, los precios de producción aumentaron a un ritmo más suave, ya que la caída de la demanda «limitó el poder de fijación de precios de las empresas». «Los gastos aumentaron a un ritmo modesto, el más lento desde el pasado mes de octubre. Los precios de venta aumentaron en el sector servicios, pero siguieron cayendo modestamente en el sector manufacturero. Las tasas de inflación de los costes fueron similares en Alemania, Francia y el resto de la zona euro», agrega HCOB.
Cyrus de la Rubia, economista jefe de HCOB, se pregunta si estos datos son una suerte de «tregua veraniega», ya que la economía «apenas» se movió en julio, aunque su previsión de crecimiento en el tercer trimestre sigue en pie. Con todo, señala que es «inquietante» la «constancia» con la que las empresas del sector manufacturero recortan puestos de trabajo de forma mensual. Asimismo, este experto destaca que, mientras Alemania «parece luchar por crecer», la economía francesa se está viendo impulsada por la celebración de los Juegos Olímpicos de París. «Según datos anecdóticos, los proveedores de servicios franceses aumentaron su actividad empresarial en julio debido a la preparación de los Juegos Olímpicos. Por el contrario, la demanda en el sector manufacturero alemán parece haber arrastrado a la baja la producción global del sector privado», apunta De la Rubia.
«Como el empleo ha caído a un ritmo más lento que la producción, esto indica dos cosas: las empresas son un poco cautelosas a la hora de recortar personal, ya que todavía puede haber alguna esperanza de tiempos mejores. Y en segundo lugar, la productividad laboral está disminuyendo, lo que es un mal presagio para las perspectivas de crecimiento. En consecuencia, es probable que una eventual recuperación vaya seguida de un retraso bastante grande en el crecimiento del empleo», agrega. En este sentido, De la Rubia señala que, si solo se tuviera en cuenta el crecimiento, se encontraría un «argumento de peso» para una defender una bajada de tipos de interés en septiembre por parte del Banco Central Europeo (BCE). No obstante, este economista opina que, dado que los datos de precios «no proporcionaron el alivio esperado», será «mucho más difícil» seguir recortando tipos de interés en los meses posteriores a septiembre, «a menos que la desaceleración se transforme en una profunda recesión».