Este plan, pactado en 2018 con el Ayuntamiento de Barcelona, ya ha supuesto el cierre de la terminal de cruceros del Muelle Barcelona Nord y la terminal de Baleària del Muelle Drassanes. Pese a ello, el consistorio gobernado por Collboni ha trasladado su intención de renegociar el convenio sobre los cruceristas con el Port.
La construcción de esta terminal de ferris dará servicio tanto a tráfico rodado como a pasaje y culminará la remodelación del Muelle Adossat para dedicarlo principalmente al tráfico de pasajeros. El proyecto, valorado en casi 61 millones de euros, contempla tres nuevos muelles: uno anexo al canal principal con 12 metros de calado y dos muelles más de 8,5 metros de calado, el primero oblicuo al dique y el segundo en paralelo, alineado con el muelle de servicio marítimo de la Guardia Civil.
Cuando esta zona quedé totalmente reformada contará con cuatro puntos de amarre con sus respectivas rampas de carga y descarga de vehículos. En total, el Muelle Adossat acogerá siete terminales de cruceros y una terminal de ferris.
La licitación también incluye la superestructura y el equipamiento portuario, como los bolardos y las defensas. La adjudicación, que todavía debe recabar el visto bueno del Gobierno, tendrá un plazo de ejecución de las obras de cuatro años y tres meses.