En la sesión de hoy, tras abrir a la baja en los 81,58 dólares, el barril marcó su mínimo diario en los 80,09 y su máximo en los 81,60 dólares. De esta manera, el precio del Brent ha bajado cerca de un 5% en la última semana.
En este contexto, la OPEP+ se reunirá de nuevo este próximo 1 de agosto, y todos los expertos del sector especulan con lo que pueda pasara con el anunciado aumento de producción de la pasada reunión, que aun no ha entrado en vigor.
Como se recuerda, los miembros del cártel, junto con otros grandes productores como Rusia, decidieron en la última cita de junio dar un paso adelante y aumentar la producción a partir del mes de octubre, aunque rápidamente dieron un paso atrás ante las rápidas caídas de precio.
A la espera de si se establece un nuevo plan, las empresas del sector están sufriendo la caída del crudo en bolsa. En el sector de la energía recogido en el Stoxx 600, Repsol es la compañía petrolera que más cede en el mes de julio. Sus acciones pierden más de un 10% y este miércoles se quedaban prácticamente planas después de anunciar resultados trimestrales, tiempo en en el que ganó un 14% más y ha anunciado una nueva recompra de acciones para retribuir a los accionistas.
La polaca Orlen es la siguiente en la lista de las compañías con mayor caída en julio, que llega casi al 5,5%. Con un desplome un poco menor y desde Reino Unido, la petrolera BP llega a rozar el 4,4% en la bajada de su precio bursátil. Por su parte, la portuguesa Galp Energía de momento salva el mes, convirtiéndose en la menos bajista del mes de julio.
Por su parte, el crudo europeo ha finalizado con cifras negativas el mes de mayo, con retrocesos de más del 7%. Al otro lado del Atlántico, también el West Texas, el barril de referencia en Estados Unidos, cede un 6% en el mes, y este sufrió caídas tanto en abril como mayo.
Así que todo el mundo espera la reunión de la OPEP para poder fijar una estrategia concreta.