Se trata principalmente de posiciones de «carry», en las que se toma prestada o se vende una divisa con un tipo de interés bajo, principalmente el yen, y se compra una divisa con una rentabilidad alta para beneficiarse del diferencial de tipos de interés. En el G10, esto ha significado que las tres grandes divisas (dólar, euro y libra esterlina) apenas se han movido, mientras que el yen y, en segundo lugar, el franco suizo ha subido. Por su parte, las divisas de materias primas (dólar australiano y neozelandés, corona noruega) se han resentido, mientras que las divisas latinoamericanas con tipos de interés elevados han tenido, en general, malos resultados.
Esta semana será inusualmente activa a ambos lados del Atlántico, lo que debería propiciar cierta volatilidad antes de que entremos en el letargo de agosto. El martes, la Eurozona publicará sus primeras cifras de crecimiento del segundo trimestre, seguidas de las estimaciones de inflación de julio, que se publicarán el miércoles; en Estados Unidos, la Reserva Federal celebrará su reunión de agosto el miércoles y el viernes se publicará el informe de nóminas de julio; y en Reino Unido, el Banco de Inglaterra se reúne el jueves.
Se pondrán a prueba las últimas hipótesis macroeconómicas de unos bancos centrales más moderados y una ralentización de la inflación y el crecimiento.
EUR
Las perspectivas del mercado y también las nuestras de dos recortes más por parte del BCE durante 2024 se pondrán a prueba con la publicación del informe de julio sobre la inflación en la Eurozona. Sólo una improbable gran sorpresa al alza en dicho informe podría hacer descarrilar este ritmo de recortes.
Las cifras del índice PMI de actividad empresarial publicadas la semana pasada no fueron muy buenas, mostrando otra sorprendente caída y dejando entrever que el esperanzador repunte de la demanda de consumo observado hasta ahora en 2024 podría estar estancándose. Las cifras del PIB que se publicarán esta semana ofrecerán una visión retrospectiva pero más precisa del estado del crecimiento en la Eurozona.
USD
La Reserva Federal se reunirá el miércoles para tratar sobre una economía que ha mostrado signos de resistencia en las últimas dos semanas, contradiciendo la narrativa de una fuerte desaceleración. No obstante, dado que la inflación se ha situado claramente en el objetivo de la Fed, queda margen para recortes a partir de septiembre, y esperamos que el presidente Powell lo confirme implícitamente en la rueda de prensa de esta semana.
Esto debería abrir el camino a un dólar más débil en general, ya que los tipos son uno de los factores que han mantenido al billete verde tan caro durante los dos últimos años.
GBP
Todas las miradas están puestas en la reunión del Banco de Inglaterra del jueves. La decisión es tan incierta como cualquier otra del Comité de Política Monetaria de los últimos años. Los mercados asignan exactamente un 50% de probabilidad a un recorte, mientras que las predicciones de los economistas se inclinan ligeramente más hacia el lado pesimista. Creemos que el Banco de Inglaterra recortará y validará las previsiones del mercado de dos recortes en 2024.
Seguimos siendo positivos respecto a la libra esterlina, basándonos en unos tipos relativamente altos, un crecimiento sólido y las perspectivas de mejora de las relaciones comerciales con el Reino Unido.