El impulso se mantuvo en el primer trimestre de 2024 gracias al estímulo de la actividad industrial, que aumentó un 6,1%. El sector servicios también creció un 5%, contribuyendo fuertemente al crecimiento a medida que la demanda de los consumidores se desplaza de los bienes a los servicios. Sin embargo, la aseguradora de crédito prevé en su informe que este impulso pierda fuerza en lo que queda de año por el descenso de las tasas de utilización de la capacidad que acompaña a la fuerte producción del primer trimestre. La reducción de existencias debería pesar sobre el crecimiento del PIB en los próximos trimestres.
Por otra parte, el sector inmobiliario está afectado por la escasa demanda de viviendas nuevas por parte de los compradores y el agravamiento de las dificultades de financiación que afectan a los promotores. El yuan también se está depreciando, y la desinflación se acerca a la deflación, lo que podría llevar a los hogares a aplazar el gasto. Las expectativas de inflación ya tienden a la baja, al igual que la demanda de crédito al consumo y de artículos al por menor. El Banco Popular de China mantendrá una política monetaria flexible, aceptando la debilidad del yuan para evitar endurecer las condiciones de financiación interna.
El crecimiento chino mantiene algunos vientos de cola. En primer lugar, la Administración está apoyando el crecimiento con una expansión fiscal, especialmente dirigida al sector manufacturero para ampliar la capacidad productiva. Esto podría ejercer una mayor presión a la baja sobre los precios a medida que disminuya la demanda interna. En segundo lugar, la demanda exterior de productos chinos está aumentando. A pesar de los crecientes riesgos arancelarios, Crédito y Caución prevé un crecimiento del 6,3% de sus exportaciones de bienes en 2024.