Nadie sabe qué puede pasar en España si por desgracia se llega a un nivel de enfrentamiento, relativamente cercano con los muros y los continuos insultos que desde Moncloa se emiten y todos los ministros repiten como papagayos, como el del país caribeño en el que incluso se ha llegado a limitar e impedir el voto a millones de personas, por la simple sospecha de que piensan distinto que Maduro.
De momento no hemos llegado a ello, ni se encarcela a nadie por el hecho de no compartir las mismas ideas, pero se manejan infinidad de asuntos turbios de los que simplemente conocemos la puntita del iceberg, como el lio de las maletas de la ministra venezolana, los manejos de subvenciones y prestamos de los fondos europeos sobre le que se ha extendido una espesa capa para que nadie sepa, el caso Koldo-Ábalos-.Sánchez y todo ello sin entrar en la corrupción aun mas grave de los manejos de amnistías e indultos para comprar votos.
Y lo mejor de todo es que los que tendrían que estar en una celda cumpliendo condena por delincuentes se atreve, como Puigdemont piensa estar en España y exige del calzonazos de don Pedro que «evite» su detención cuando vuelva a España, porque a su juicio sería fruto de un «acto ilegal» del Tribunal Supremo.
Sus palabras han sido elocuentes; «mi obligación es ir al Parlament si hay debate investidura, y solo un golpe estado me podrá impedir estar ahí». «Espero -añadía- que las autoridades eviten una detención que sería ilegal e ilegítima. Esto es lo que hacen los gobiernos democráticos» ante una «decisión ilegitima, cogen el toro por los cuernos y le dicen al señor de la toga que así no»
Y lo mas gracioso es que es un ex honorable, menos mal que es un ex que si llega a estar en pleno ejercicio los cañones ya estaban en vis Layetana esperando el asalto de la flota española.