Según ha explicado la Administración estadounidense, la Comisión de Transporte de Texas, el órgano de gobierno de TxDOT, votó este martes a favor de aprobar un cambio de titularidad para los carriles de peaje de la carretera estatal 288 en el condado de Harris. «TxDOT y la Corporación Financiera de Transporte de Texas pagarán una cuota de terminación anticipada del contrato a Blueridge Transportation Group», han indicado en un comunicado. «Esto facilitará la capacidad de TxDOT para añadir carriles gratuitos de uso general a lo largo de SH-288 en el futuro sin las restricciones contractuales y el requisito de reembolso especificados en el actual acuerdo de concesión. La decisión de la Comisión de gestionar SH-288 a través de una corporación de transporte creada por la Comisión proporcionará más flexibilidad para lograr esas iniciativas», ha detallado el Departamento.
La Comisión de Transporte de Texas puede designar proyectos y sistemas de peaje y autorizar al departamento a adquirirlos, desarrollarlos, financiarlos, refinanciarlos, diseñarlos, construirlos, reconstruirlos, ampliarlos, operarlos y/o mantenerlos. De igual modo, la Comisión ha suscrito un préstamo para hacer frente al pago por adelantado para terminar el contrato de la constructora española. El organismo ha determinado que «promovería la seguridad y la movilidad en el estado reembolsando el importe del pago de rescisión al departamento tan pronto como sea factible para que los fondos puedan utilizarse en otros proyectos de transporte».
Se cumple así la noticia adelantada en marzo y comunicada por ACS y Abertis a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La autopista estaba coparticipada al 43,2% por ACS y al 56,8% por Abertis y gestionada por Blueridge Transportation Group.
El movimiento del Gobierno de Texas se entiende por el crecimiento que está experimentando esta infraestructura: el año pasado, la tarifa máxima de peaje permitida aumentó un 14,9% y este año lo ha hecho un 15,2%. La Administración estima que el valor está muy por encima del que calculaban cuando la adjudicaron al grupo ACS en 2016. Cabe señalar que ACS ya mencionaba este evento en su último informe de resultados, en el que lo catalogaban como un «riesgo estratégico» para su negocio. En el documento, ACS reconocía que la compañía y Abertis «están manteniendo diferentes conversaciones con la autoridad concedente sin que, hasta la fecha se haya alcanzado un acuerdo».