El índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, se mantuvo en territorio de expansión en julio. No obstante, la segunda disminución mensual consecutiva hizo que el índice bajara de 50,9 en junio a 50,2 y, por lo tanto, se situó más cerca del umbral de 50, indicando que el crecimiento fue solo leve en general y el más débil desde que los niveles de actividad total comenzaron a aumentar de nuevo el pasado mes de marzo.
Además, el índice PMI de actividad comercial del sector servicios registró 51,9 en julio, señalando una modesta expansión de la actividad comercial. Esta lectura fue inferior a la de 52,8 registrada en junio, marcando la tercera disminución consecutiva del índice. En consecuencia, indicó una ralentización sostenida del crecimiento, y el último repunte fue el más débil en cuatro meses.
Los datos desglosados por sectores indican que el sector servicios siguió siendo la única fuente de crecimiento, aunque una contracción más fuerte de la producción industrial y un aumento más débil de la actividad del sector servicios hicieron que la expansión de la economía del sector privado perdiera de nuevo impulso.
Las condiciones de la demanda en la zona euro se deterioraron. Dicho deterioro marcó la segunda caída mensual consecutiva de los nuevos pedidos, que también fue más rápida que en junio. Una vez más, los datos por sectores mostraron que los resultados de ventas más débiles fueron exclusivos de los fabricantes, aunque el crecimiento de los nuevos pedidos pendientes de realización se ralentizó en las empresas de servicios.
No obstante, los nuevos pedidos recibidos de clientes internacionales cayeron de manera generalizada y al ritmo más pronunciado en cinco meses. Para apoyar la actividad en medio de la caída de los nuevos pedidos recibidos, las empresas de la zona euro se enfocaron en poner al día sus trabajos por completar en julio. El ritmo de reducción de los pedidos por completar fue sólido y el más rápido desde febrero pasado. Los pedidos pendientes se redujeron agresivamente en el sector manufacturero, reflejando la caída comparativamente pronunciada de los nuevos pedidos.
De cara al futuro, las empresas del sector privado de la zona euro esperan que los niveles de actividad sean más altos en los próximos doce meses, aunque el nivel de confianza en estas previsiones disminuyó. En general, el grado de optimismo de las empresas fue el más bajo desde enero pasado.
Puesto que las ventas, los pedidos pendientes y la confianza disminuyeron en julio, el empleo del sector privado de la zona euro prácticamente se estancó a principios del tercer trimestre. Esto contrasta notablemente con la primera mitad del año, cuando la tasa promedio de crecimiento del empleo fue relativamente sólida y coincidió en términos generales con el promedio histórico de la encuesta.
La inflación de los costes de los insumos en la zona euro se aceleró. Se observaron aumentos más rápidos de los gastos operativos tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, aunque este último siguió experimentando las presiones más fuertes. Cabe destacar que la tasa de inflación de los precios de los insumos fue la más rápida en 14 meses (igual que en abril y febrero). No obstante, los precios cobrados aumentaron al ritmo más lento desde octubre de 2023.
«Los PMI finales de julio confirman que la recuperación de la eurozona está flaqueando», comentan lis analistas de Oxford Economics.
Añaden que «el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento no ha pasado desapercibido para los miembros del consejo del Banco Central Europeo (BCE), lo que creemos que llevará a continuar con su ciclo de flexibilización en septiembre. Pero el ritmo de la flexibilización de la política monetaria sigue plagado de incertidumbre tras la leve sorpresa al alza de la inflación en julio y la agitación actual en los mercados financieros mundiales».