Lo ha hecho en una jornada marcada por el fugaz retorno de Carles Puigdemont, que no ha participado en el debate ni ha votado en la investidura, en la que se había comprometido a participar. Illa ha defendido sus pactos con republicanos y comunes, que comprometen la aprobación de un nuevo concierto económico para Cataluña, y ha tendido la mano a Junts para futuros acuerdos, pese a los duros ataques recibidos de los neoconvergentes.»Agradezco el talante de la sesión en día complejo» ha reconocido Illa, ya investido, a los miembros del Pleno. El nuevo president se ha comprometido a «gobernar para todos» tras una sesión en la que ha multiplicado sus ofrecimientos a los grupos de la oposición. Una mano tendida que ha escenificado tras la votación, al estrechar la mano de sus socios, pero también de los líderes parlamentarios de Junts y PP. No así de los portavoces de la CUP, Vox o Aliança Catalana, con los que ha mantenido distancias.
Tras una referencia inicial al expresidente catalán Josep Tarradellas -su primer mentor político- Illa se ha comprometido a «trabajar para hacer posible el restablecimiento íntegro de la totalidad de los derechos políticos de todas las ciudadanos y los ciudadanos de Cataluña y de todas las formaciones políticas», y ha defendido la aplicación de la vigente «ley de amnistía aprobada hace unos meses por el Congreso». Illa se ha comprometido al «cumplimiento íntegro» de los pactos con ERC y CatEC que le permitirán alcanzar la mayoría de 68 diputados para ser investido. Unos pactos que incluyen el «concierto económico solidario» prometido a los republicanos, permitiendo que la Generalitat recaude y gestione todos los tributos soportados en Cataluña.
Un acuerdo que ERC ha reivindicado, advirtiendo al socialista que su investidura no es el inicio de un nuevo tripartito. «Que nadie crea que estamos en 2003» ha advertido el portavoz republicano, Josep Maria Jové. «Es un sí al contenido de un acuerdo, no un sí a un Govern compartido ni mucho menos a un sottogoverno». Jové ha advertido además que «sin cumplimiento no hay acuerdo» y «no duden de que no nos temblará el pulso para decir basta si no se cumple lo que hemos votado».
No duden de que no nos temblará el pulso para decir basta si no se cumple lo que hemos votado» advierte ERC, El socialista ha abogado también por la defensa de la «España plurinacional» en la que PSC y PSOE enmarcan esta nueva cesión de poder a la Generalitat. Y se ha comprometido a mantener el legado dejado por el republicano Pere Aragonès durante los últimos tres años al frente del Govern. «No he venido a desmontar nada» ha asegurado.
Un discurso que ha llevado al líder del PP en Cataluña, Fernández, a acusar a Illa de abrir un nuevo proceso independentista gracias a su alianza con Esquerra. Fernández ha acusado a Illa de «mentir» tras haber rechazado la amnistía o haber prometido que no pactaría el gobierno catalán con los independentistas. «Miente hasta al médico» le ha recriminado el popular, que ha animado a Illa a defender su propuesta de concierto económico catalán con una reforma de la Constitución, que exige una mayoría de dos tercios en el Congreso de los Diputados.