Porque la realidad es que toda esta tomadura de pelo es consecuencia y tiene su origen en la forma de entender la política que el ocupante de La Moncloa ha extendido a toda la sociedad española en la que ya lo único que cuenta es ser servil al que manda, la inteligencia, el buen hacer y todas esas cosas ya no son necesarias.
En ese ambiente el pillo es el que mas ventajas saca. Y eso es lo que ha aprendido el cobarde honorable fugado a ser el mas pillo de la clase, incluido el propio Sánchez que, aunque no lo quiera reconocer es el peor parado, porque no deja de ser un ataque en toda regla a lo que el representa que no es otra cosa que el Estado Español, del que es, aunque no quiera, jefe de su Gobierno, que no monarca absoluto, que es lo que, por supuesto, le gustaría ser, aunque esperemos que no lo logre nunca, porque entonces si que desaparecería España como tal.
Del choteo al que los hombres de Puigdemont han sometido a toda Cataluña y como consecuencia a toda España esta todos dicho y escrito, y poco mas se puede añadir, ahora bien la desaparición de todos los miembros del gabinete e Sánchez, incluyéndole a él mismo antes en y después de los hechos es una cosa que llama la atención y que con toda seguridad se recordara durante años, porque no es ni normal ni propia de un pais democrático en el que los gobiernos son responsables de lo que pasa y además deben de dar cuenta de lo que hacen.
Pero aquí en esta España de 2024 el gobierno disfruta, se divierte porque estamos en vacaciones, y eso es lo que hacen todos los españoles. La diferencia es que ellos son ministros y el resto de los ciudadanos no lo somos.
Así que mal que les pese, la responsabilidad de gobierno es suya y no de los demás y esta oportunidad es una clara demostración del desgobierno que impera a todos los niveles en los que la responsabilidad ni existe ni se la espera.