Y así, ha pasado lo que ha pasado que le fugado sigue ostentando su condición de fugado y todos los poderes del Estado han hecho uno de sus mayorees ridículos de la historia. Pero. Mossos, Justicia e Interior no se declaran culpables del fiasco, o si se quiere del show.
Hoy ya cuatro días después del evento independentista, el tri-ministro ha reconocido que “el operativo que tenía que garantizar que el debate de investidura de Salvador Illa se desarrollará con normalidad y también el operativo para la ejecución de la orden de detención [del expresident de la Generalitat] era de los Mossos”.
Es mas señala que España y Francia son dos países de la Unión Europea, que forman parte del espacio Schengen y por lo tanto entre ambos “hay libertad de circulación y no hay control fronterizo”.
Así que los unos por los otros la casa sin barrer. En este ambiente no es de extrañar que se produzcan todo tipo de manifestaciones como las de, otro ministro, Puente atacando a los jueces y pidiendo poco menos que la cabeza del juez Llarena y todo ello, en el fondo para tapar el incomprensible contubernio de unos políticos yendo y viniendo de Waterloo a Madrid ocultando los acuerdos y pactos de unos con otros para no se sabe muy bien que, pero por lo que estamos viendo todo se resume en la liberación de Puigdemont de sus cargos, cuando no en la concesión de alguna gabela mas para que viva cual reyezuelo en un buen palacete a expensas del erario público como pago por los servicios prestados a Sánchez para su permanencia en La Moncloa y la trasformación de España en una confederación.
Y eso si, mientras el ocupante de La Moncloa, disfrutando de La Mareta en Canarias como si fuese el rey emérito, que no deja de ser la gran vocación de don Pedrito, apoyado esos si por todo tipo de coreutas ansiosos de recibir las correspondientes regalías en función de sus servicios, que como espera Ábalos han sido muchos, aunque hasta ahora el que mas ha cobrado parece ser que es Zapatero.