A preguntas de los periodistas antes de que comenzase su comparecencia en el Senado. El jefe de la diplomacia española ha afirmado que el Ejecutivo «aprecia y valora» las gestiones que desde hace «mucho tiempo» realiza el exmandatario español en el país sudamericano porque «habla con Gobierno y con oposición y ha participado muy directamente en acercar ese diálogo entre venezolanos, que nosotros queremos, y en la liberación de muchos presos políticos».
En este sentido, ha cargado contra el Partido Popular porque, en su opinión, habla «más» del exlíder socialista que de «los venezolanos», de que se «respete» su «voluntad popular» y de que se pueda alcanzar una «solución a la crisis en Venezuela», que, según ha explicado, tiene que ser «el resultado de un acuerdo pacífico de los venezolanos».
Sin embargo, Albares se ha negado a responder a si desde que se celebraron los comicios hasta la fecha ha hablado con el expresidente para abordar la situación tras las elecciones: «Yo no desvelo los contactos que uno tiene o no tiene, ni voy a hablar en nombre del presidente Zapatero», ha comentado, añadiendo que él da la bienvenida a «todo aquel que desde la responsabilidad y la prudencia se sume a ayudar al Gobierno en esa tarea».Estas palabras las ha pronunciado el ministro en los momentos previos a que diera inicio una comparecencia forzada por el PP para que explicara la gestión de Exteriores en lo relativo a la retención y expulsión de un grupo de senadores y diputados ‘populares’ a cargo de las autoridades venezolanas y para que valorara el estado de las garantías democráticas en el país que preside Maduro.
Durante el debate, la popular Alicia García ha acusado al Gobierno de ser «cómplice» de un «verdadero atropello democrático» y de un «fraude electoral» como los que se están viviendo en Venezuela. Igualmente, ha criticado duramente el «papelón» de Zapatero, el mismo que el Ejecutivo «aprecia y valora». «¿No les avergüenza que se ponga del lado de la dictadura mientras el pueblo venezolano es asesinado en las calles?», le ha espetado la senadora a un Albares al que también le ha reprochado que «el sanchismo es muy fuerte con los dictadores muertos y muy débil con los dictadores vivos».