Las autoridades quieren reducir la inflación interanual, que actualmente se sitúa en el 62%, al 38% para finales de diciembre. Los mercados creen que para entonces estará más cerca del 42%, el límite superior de las proyecciones del banco central.
El ente monetario turco emprendió el año pasado un cambio radical al iniciar una serie de alzas de tasas que pusieron fin a una era de política monetaria ultraflexible impulsada por el presidente de Turquía, Erdogan.