Pero es rodo lo contrario. Sánchez es consciente de que todo el poder político es poca cosa comparado con la independencia que te confiere ser el propietario de una gran empresa, en la que además los intereses de tus socios son los mismos, ganar y ganar mas dinero, cuanto mas mejor.
Por eso en los últimos meses y sin que apenas se notase el Gobierno ha hecho acto de presencia en numerosos asuntos económico empresariales.
Su reciente toma de posición en la OPA de Talgo es el mas reciente y en el ha quedado bien claro quien manda y quien opta a gestionar la empresa a través de un empresario dócil y amigo, que adema deberá un favor a Sánchez, y a nadie mas que a él.
Pero no hay que olvidar que la OPA de BBVA sobre Sabadell está pendiente de, entre otras cosas que el Gobierno defina su postura, que d momento y por lo que se sabe es totalmente contraria a la operación, Así que señor Torres ya puede usted ur recogiendo los bartolos porque mucho me temo que no tiene nada que hacer.
Y lo mismo sucede con otras cuantas empresas de cierta importancia como Naturgy y su posible nuevo socio CTC o Telefónica con la presencia en el capital del propio gobierno español o, sin ir mas lejos, CaixaBank con una participación mas que notoria del Estado en su capital. Sin olvidarse de Indra, o otras muchas que componen tanto las empresas participadas por SEPI , como las que desde distintos ministerios son dirigidas y manejadas como Renfe o Tragsa.
Es decir, junto a la toma de las instituciones con personajes afines a sus ideas, y la persecución de la Justicia hasta su total dependencia dela aparto del Estado, las empresas están siendo domeñadas de una u otra manera hasta ser también parte del conglomerado sanchista en el que todo gira al servicio de los intereses del líder sin posibilidad de que nada ni nadie escape a sus directrices.