Por segmentos, el crecimiento se concentra en la producción de maquinaria de uso general (0,9%). Otros subsectores registrarán fuertes contracciones, entre el -4% y el -6%.
El endurecimiento de las condiciones de financiación y el aumento de los costes de los préstamos han tenido un efecto negativo sobre los gastos de capital en los principales sectores compradores de maquinaria en Norteamérica y Estados Unidos. En la eurozona, donde la contracción prevista es del -2,9%, la subida de tipos ha lastrado especialmente los márgenes de beneficio de las empresas manufactureras y de la construcción, afectando negativamente a su capacidad y voluntad de invertir en maquinaria y equipos relacionados.
De cara a 2025, el informe prevé un repunte global de la actividad del sector que aceleré el crecimiento de la producción hasta el 5,1%, a medida que se acelere Asia-Pacífico y se recuperen los resultados en Estados Unidos y Europa. El repunte en la eurozona se situará en el entorno del 3%, ya que los recortes de los tipos de interés en el segundo semestre de 2024 deberían apoyar la inversión en maquinaria.
Entre las fortalezas del sector se encuentran los procesos de automatización en la mayoría de sectores productivos, que utilizan cada vez más robots industriales, lo que estimula la demanda de maquinaria, en un contexto de avances tecnológicos constantes. La impresión digital, la IA, el IoT y el análisis de big data se utilizan cada vez más en la fabricación. Las empresas están aprendiendo a aprovechar las cantidades masivas de datos que generan sus máquinas. Todo esto debería traducirse en una mayor productividad, menores costes operativos y mayores márgenes. Además, el sector cuenta con fuertes barreras de entrada. Los operadores más avanzados son capaces de aprovechar la necesidad de grandes inversiones en tecnología para ofrecer a sus clientes nuevas máquinas capaces de soportar una mayor variedad de combinaciones de productos.
Uno de los principales riesgos a la baja del sector es su fuerte vinculación con el ciclo económico. Muchos segmentos de maquinaria dependen de la demanda de sectores cíclicos como la construcción y la automoción. Además, para mantener su competitividad las compañías de maquinaria han de afrontar grandes inversiones y gastos en I+D para ofrecer productos a medida en un mercado en el que las preferencias de los clientes cambian constantemente. Un tercer factor que puede condicionar los márgenes del sector es la volatilidad de los precios de las materias primas. El sector es muy sensible a la evolución de los precios y la disponibilidad de materias primas como el aluminio, el cobre y el acero.
La transición hacia los vehículos eléctricos provocará cambios en el suministro de maquinaria a la industria de automoción, con mayor énfasis en las baterías y los equipos eléctricos relacionados. La demanda de maquinaria para fabricar cadenas cinemáticas convencionales, el conjunto de elementos que producen movimiento y proporcionan a las ruedas motrices fuerza de tracción, se debilitará.
En todas las regiones, la aseguradora de crédito prevé una desaceleración del crecimiento del sector a largo plazo. Esto afectará sobre todo a Asia-Pacífico, donde el giro de China hacia una economía más orientada a los servicios reducirá la demanda de bienes de equipo.