Se trata de una unión con la que se viene especulando desde hace dos años cuando comenzaron los problemas del banco con sucesivos escándalos como los que le salpicaron con casos de blanqueo o por su exposición a los colapsos de Greensill y Archegos.
Después de la recuperación en bolsa del jueves, los inversores parecían dar por bueno el plan de asistencia financiera de hasta 50.000 millones de francos suizos (54 millones de euros) desde el Banco Nacional Suizo (SNB). El regulador Finma también le echó un capote al afirmar que Credit Suisse cumple con los requisitos de solvencia y ratios de capital regulatorio
Credit Suisse presentó el jueves un plan de choque con la recompra de alrededor de 3.000 millones de francos suizos de varias series de bonos en dólares y euros que estaban siendo masivamente vendidas, al igual que sus acciones, por la incertidumbre sobre su futuro después de que su principal accionista saudí descartase poner más dinero en la entidad.
Los seguros de impago (credit default swaps) se mantienen en niveles que señalan potencialmente a una quiebra de la entidad, con el swap a 1 año en los 3.300 puntos, casi 50 veces el nivel de otras entidades equivalentes en dimensión y sistémicas como UBS o BNP. Teóricamente, en esos niveles, para asegurar 10 millones de euros de deuda emitida por el segundo mayor banco suizo hace falta pagar 3,3 millones.
Las acciones de la entidad suiza vuelven a sus mínimos del pasado martes en la Bolsa de Zurich, en torno a los 1,7 francos suizos (-12%), cuando registró la mayor caída de su historia en ese parqué (-24,2%). En lo que va de 2023, los títulos de Credit Suisse pierden un 30% de su valor y más del 90% en 2 años. Su valor en bolsa baja hasta los 7.000 millones de francos.