Mantiene así una postura prudente para combatir la elevada inflación de la zona euro.
No obstante, Lagarde ha destacado que, en general, la inflación se está moviendo según lo previsto y mantiene estables las expectativas para el futuro, pronosticando un retorno de la inflación al objetivo del 2% para finales de 2025.
Las previsiones de crecimiento económico de la zona euro se han revisado ligeramente a la baja para los próximos años, ya que la inversión y el gasto de los consumidores se ven lastrados por los elevados tipos de interés. La previsión de crecimiento del BCE para este año es del 0,8% (frente al 0,9% anterior) y del 1,3% en 2025 (frente al 1,4% anterior).
Además, el banco central ha anunciado que también bajará los otros dos tipos de interés oficiales en 0,6 puntos porcentuales como parte de una revisión de su marco operativo, con el objetivo de reducir la diferencia con el tipo de depósito, a través del cual se dirige la política monetaria.
Por último, Lagarde ha reiterado durante la conferencia la dependencia de los próximos movimientos de los datos macroeconómicos, y no de un solo dato. Tras haber transmitido un tono lo más neutro posible, parece que la posibilidad de un nuevo recorte en octubre sigue en pie.
La reacción de los mercados ha sido bastante moderada. El euro ha subido ligeramente, mientras que los tipos de deuda pública de la zona euro se han movido al alza, pero no excesivamente y en línea con la tendencia ya observada durante el día.