Sin embargo, esta nueva y larga novela, no recuerda a la anterior, sobre todo porque más que un relato unitario son aventuras distintas unidas únicamente por los dos protagonistas: un terrorista ruso islamista y un agente de la CÍA especialista en operar en zonas restringidas.
Kazinsky es un islamista ruso, que dirige una facción militar y que es conocido por su crueldad y por su gran capacidad liderazgo. La CIA intenta descubrir su ubicación para abatirle, pero todas las noticias que les llegan no acaban de situarlo.
Kane nombre clave de un agente de la CÍA es especialista en acciones en territorios hostiles en los que prácticamente no tiene respaldo. Su pareja es una médico que vive en tensión constante por él. A base de sofisticados sistemas se tiene una pista de donde puede encontrarse Kazinsky y Kane es designado por Halcon, el jefe de la CIA, para infiltrase. La acción comienza al contactar con un mensajero que tiene noticias él. Todo se inicia con la preparación de la misión y la nueva personalidad de Kane, que habla diversos tipos de árabe y ruso, para su desarrollo en tierras iraníes. Kane acabará totalmente solo y saldrá más muerto que vivo del enfrentamiento con Kazinsky, pero volviendo a USA y esperando una mejor ocasión.
Ante un plan para poder eliminarlo junto con otros activistas y parte de su ejército, el terrorista escapa y aparece en tierras rusas en una extraña estación que se dedica a la clasificación de minerales extraídos desde el espacio, a la vez Kane participa en un experimento de un nuevo submarino invisible.
Los acontecimientos los llevará a encontrarse de nuevo acabando en un extraño duelo en el que uno de los dos necesariamente ha de morir. Antes de esto la novela da un giro futurista, fantástico, en el que hay un juego con el tiempo y que desconcierta totalmente. Kane representa la figura del superagente que siempre encuentra recursos y sale maltrecho pero victorioso de todo
Al leer esta novela se tiene la impresión de encontrarse con el guion una serie en la que únicamente se busca atrapar al lector o al futuro espectador, sin que tengan que pensar mucho. Aparentemente está bien documentada.
En resumen, no es la novela que se esperaba.
El año de la langosta
Terry Hayes
Planeta (2024)