La jefa del Ejecutivo comunitario configurará el que será su equipo en el próximo ciclo legislativo, con figuras nuevas como un comisario de Defensa que, todo apunta, irá a parar a manos de Lituania. Para cargos de relevancia como la responsabilidad sobre Economía tiene todas las papeletas Italia, y la ministra española de Transición Ecológica, Ribera, suena para la tan relevante cartera de Competencia.
La española se posiciona así para una de las responsabilidades con más peso en el Ejecutivo comunitario y, a la par, con más independencia respecto a la presidencia, según publicó Financial Times El cargo ha estado en manos, hasta la fecha, de la danesa Margrethe Vestager, que se ha ganado un nombre como azote de los gigantes tecnológicos estadounidenses. Y es que la política liberal ha ganado importantes batallas como la reciente multa de 2.400 millones a Google o la devolución de 13.000 millones en impuestos de Apple.
Pero en las quinielas, Ribera suena para otros puestos de relevancia en la Comisión Europea. Su perfil encaja para convertirse en la próxima comisaria de Clima y Medio Ambiente. Tiene una visión integral de cómo realizar esta transición hacia una economía descarbonizada que ambiciona la UE y, a la par, conoce la parte más tecnócrata de Bruselas. Cuando, en el segundo semestre del año pasado España ocupó la presidencia de turno del Consejo de la UE, fue responsable de buscar consenso entre los Veintisiete a complejos acuerdos, como la reforma del mercado eléctrico.
Otro de las responsabilidades para las que también ha surgido el nombre de Ribera es para la cartera de Transición Social, Digital y Verde. Un título para el que ofrece garantías tras liderar la transición ecológica en España con el foco puesto, en paralelo, en la parte social que entraña la transición justa. Su figura, en todo caso, daría el perfil como garante de los principios del Pacto Verde europeo y, por tanto, de los empeños para alcanzar una economía descarbonizada en 2050 que conforman ese plan.
Entre los cargos más relevantes en el Ejecutivo comunitario está la cartera de Economía. Nominado por Italia, el ministro de Asuntos Europeos, Raffaele Fitto, podría hacerse con una de las vicepresidencias ejecutivas con responsabilidades en el ámbito económico. Estaría entre sus competencias la recuperación tras la pandemia, considerando que el italiano ha sido responsable de gestionar el plan de Recuperación en Roma bajo la batuta de la primera ministra Giorgia Meloni. De confirmarse, Italia se haría de nuevo con uno de los cargos de más peso en el entramado comunitario. En la última legislatura ha sido otro italiano, Paolo Gentiloni, el comisario de Economía. Sin embargo, el letón, Valdis Dombrovskis, ostentaba esa vicepresidencia económica, con competencias también en política comercial. De nuevo nominado por su país, Dombrovskis suena para ocupar otra vicepresidencia ejecutiva, pero en este caso centrado en Ampliación de la UE y la reconstrucción de Ucrania. Un ámbito, este último, en el que ha sido especialmente vocal desde que Rusia invadió Ucrania.
El puzzle para el reparto de cargos de la próxima Comisión Europea incluye otros nombres de relevancia en el segmento económico. Tras liderar la primera parte de las negociaciones de la crisis energética, como presidencia de turno del Consejo de la UE en la segunda mitad de 2022, el ministro de Industria y Comercio checo, Jozef Síkela, suena para hacerse con la cartera de Energía. Otra responsabilidad de peso iría a manos del holandés, Wopke Hoekstra, quien podría convertirse en el próximo comisario de Comercio y Seguridad Económica. El ex ministro de Finanzas holandés es, actualmente, comisario de Acción Climática en sustitución de Frans Timmermans, que dejó el cargo para concurrir a las elecciones en Países Bajos.
Una de las grandes batallas que darán comienzo en este ciclo legislativo será configuración de presupuesto de la UE para los próximos siete años. La competencia para definir partidas y las áreas políticas de financiación prioritarias podría recaer en el polaco Piotr Serafin, que suena para próximo comisario de Presupuesto. No obstante, son varios los perfiles que podrían encajar en este cargo y la designación podría variar.
El reparto de puestos se antoja delicado. La presidenta de la Comisión Europea tendrá que hacer malabares para equilibrar la designación de comisarios en cuestión de género, en un segundo mandato que arrancó con la alemana reclamando a los países que nominaran a más mujeres. Tan solo siete de los 26 candidatos eran mujeres, ahora el reparto es de diez a 16. La política conservadora tendrá que equilibrar las ambiciones de los partidos políticos, pues los socialistas ya han mostrado su descontento la pasada semana por un reparto de cargos en el que se sienten infrarrepresentados.
Será el martes cuando la jefa del Ejecutivo comunitario de a conocer la composición del próximo Colegio de Comisarios, tanto los nombres como las áreas políticas que lo compondrán. Un reparto de sillas que inicialmente estaba previsto para el miércoles de la semana pasada y que ha trastocado Eslovenia. Ha sido un cambio de última hora en la nominación de su candidato el motivo de tal retraso. Liubliana decidía esta semana presentar a un nuevo nominado, la diplomática Marta Kos, en lugar de su primer aspirante, Tomaz Vesel, expresidente del Tribunal de cuentas. Y tal giro necesitaba que el Parlamento esloveno diera su visto bueno el pasado viernes. Por eso, se organizó un nuevo encuentro de la conferencia de presidentes, similar a la junta de portavoces del Congreso, para el martes en Estrasburgo.
Pero este no es el paso definitivo para conformar el Colegio de Comisarios. Los nombres y cargos propuestos por la jefa del Ejecutivo comunitario deberán ser ratificados por el Parlamento Europeo por mayoría simple. La votación, prevista para finales de octubre, podría retrasarse a noviembre.