En ese contexto, algunos expertos señalan que supone una «nueva complicación» en el desarrollo de la operación. «El 8 de julio, conocimos que Brookfield estaba analizando esta posibilidad, han transcurrido más de dos meses desde entonces y, las noticias apuntan a un encarecimiento de la OPA para Brookfield que busca financiación», destacan desde Bankinter. En este sentido, para los estrategas de la entidad hay varias razones que explican su posicionamiento. En primer lugar, la exigencia estatutaria de igualar el precio a ofertar de las dos clases acciones (los derechos económicos y políticos son diferentes entre las clases). El segundo aspecto al que hacen referencia está relacionado con la búsqueda de financiación entre fondos soberanos de Oriente medio. Asimismo, aluden a la renuncia de la mayoría accionarial por parte de Brookfield.
Por último, remarcan la solicitud de los fondos de tener representación en el Consejo y que se pague una prima elevada en la OPA. Respecto a ello, hay que destacar que el grupo de inversores ha seleccionado a Paul Herendeen, un ejecutivo de la industria farmacéutica, para que actúe como representante de sus intereses. Así, los fondos han subrayado que, pese a que la empresa de hemoderivados opera en un atractivo sector de crecimiento, «los inversores minoritarios han sido testigos de una importante destrucción de valor para el accionista debido a las decisiones adoptadas por el Consejo de Administración de Grifols a lo largo del tiempo». Razón por la cual quieren ejercer su derecho a designar un Consejero que ocupe uno de los puestos actualmente vacantes. «La posible OPA se complica, el proceso se demora y podría no salir adelante. Reiteramos nuestra recomendación de ‘vender», enfatizan en Bankinter.
Por lo que respcta ala OPA del BBVA sobre el Sabadel, resulta que, un grupo de accionistas de Banco Sabadell ha constituido la Asociación de Accionistas Minoritarios de Banco Sabadell, «una entidad sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es defender los derechos de los accionistas del banco, especialmente frente a Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) que puedan afectar negativamente a sus intereses», según ha explicado este viernes la entidad en nota de prensa. «Con sede social en el Gremio de Fabricantes de Sabadell – entidad fundacional del banco y oficina hasta 1954- la entidad sin ánimo de lucro también busca fomentar la colaboración entre accionistas y proporcionar un espacio de intercambio de ideas, experiencias y conocimientos entre los socios», ha añadido la nota.
La asociación está presidida por el abogado y presidente de la Fundación por la Industria, Casas, y cuenta con el apoyo fundacional del empresario y presidente del Consejo Social de la Universitat de Barcelona, Corominas (vicepresidente); el economista Badia (secretario); los empresarios Bril (tesorero) y Sauquet (vocal) y el profesor titular de economía en la Universitat Autònoma de Barcelona, Llonch (vocal). Según Casas, “la asociación tiene como objetivo principal actuar frente a actuaciones contrarias a sus intereses y garantizar que los intereses de los inversores sean respetados ante la OPA hostil del BBVA”. Y añade que, si finalmente tuviera lugar, “supondría una pérdida evidente de valor para los accionistas de Banco Sabadell”.
El máximo portavoz de la nueva asociación también ha asegurado que “la historia de esta entidad, su imbricación no sólo en el tejido empresarial sino también a nivel social y cultural de Cataluña nos exige dar un paso adelante. Esta operación que plantea BBVA no es buena para la economía catalana, ni para las familias y empresas de este país, ni especialmente para los accionistas de Banco Sabadell. El banco en solitario tiene un proyecto de presente y de futuro mucho más atractivo para los inversores que formando una parte pequeña de BBVA”.
El principal objetivo de la asociación es la defensa de los intereses de los accionistas de la entidad, promoviendo una oferta financiera diversa que apoye el crecimiento económico en un entorno de libre mercado. La asociación se opone firmemente a los oligopolios y considera que Banco Sabadell debe mantener su independencia para seguir generando valor para sus accionistas y clientes, tal como lo ha hecho desde su fundación en 1881. La entidad también aboga por una política de dividendos estables y crecientes, buscando minimizar los riesgos geopolíticos y financieros a los que otras entidades se exponen. Además, defiende una gestión que priorice la estabilidad laboral de los empleados, rechazando decisiones que puedan perjudicar el empleo en los territorios donde el banco tiene presencia.