Dentro de las quinielas, por una cuestión de tamaño, también se incluye al francés BNP Paribas. Esta alternativa a Orcel ya está sobre la mesa de Deutsche Bank, que, como publicó Bloomberg, estaría estudiando hacerse con parte o la totalidad de la participación estatal. Ahora bien, el Gobierno alemán ha enfriado la posibilidad de vender su paquete «hasta nuevo aviso».
UniCredit lleva tiempo con el punto de mira en el banco alemán, que fue rescatado por el Estado con 23.000 millones de euros en plena crisis financiera. La fusión lleva en la incubadora desde 2017, cuando empezaron los acercamientos de la ejecutiva del banco italiano con el Estado alemán. Pero esta vez Orcel ha querido armarse de argumentos antes de sentarse a negociar una eventual integración y ha ido construyendo un paquete de títulos de forma sigilosa.
El ejecutivo está decidido a intentar la fusión con el Commerzbank, aunque en los últimos días ha querido dejar claro que “no será un acto agresivo”, con lo que rechaza de plano lanzar una opa. “No, eso sería un acto agresivo, compramos un 4,5% en el mercado y un 4,49% que nos vendió el Estado alemán. Estamos contentos con lo que hemos hecho. No nos lo pensamos dos veces ni adoptamos una táctica diferente”, dijo Orcel el pasado jueves en el diario italiano ‘Il Messaggero’ ante la posibilidad de lanzar una opa.
Pero Orcel no esconde su plan de seguir reforzando su posición en el banco alemán y ya prepara solicitar formalmente al Banco Central Europeo (BCE) su aprobación para subir su participación del 9% hasta cerca del 30%. “Para tener la posibilidad de un diálogo continuo con el BCE y también con todas las demás partes interesadas», justificó el banquero italiano. Un paso al frente que posiciona a Unicredit para tomar el 12% que está todavía en manos del estado alemana en otra colocación acelerada en el mercado.
“Cuando quiera el Gobierno poner a la venta la participación residual, si somos bienvenidos y se cumplen las condiciones, también en términos de precio, con la autorización podríamos movernos”, explica Orcel en la entrevista. Una forma de dejarle en bandeja al Estado alemán la desinversión, como interpretan fuentes de la banca de inversión.
Cualquier movimiento en Commerzbank puede ser imprevisible. Habrá que ver si los otros grandes europeos, como Santander, BNP o Deutsche Bank, están dispuestos a apostar fuerte por la primera fusión a nivel europeo o dejan el paso libre a Orcel para que pase a la historia.