De hecho, como apunta el último Focus on Spanish Society, publicación editada por Funcas, la proporción de personas que no pueden permitirse cubrir sus necesidades básicas aumentó del 7,7% al 9% entre 2022 y 2023, un periodo durante el cual la economía y el empleo crecieron en España a un nivel más elevado que en la mayoría de los países europeos.
España se sitúa en el quinto lugar entre los países con mayores niveles de carencia material y social severa, sólo por detrás de Rumanía (19,8%), Bulgaria (18%), Grecia (13,5%) y Hungría (10,4%). En cambio, países como Polonia, Finlandia, República Checa, Países Bajos, Estonia y Suecia registran tasas significativamente más bajas, con cifras inferiores al 3%.
El peso de la carencia material y social severa en España varía significativamente en función del tipo de hogar. En todos los países europeos, los hogares formados por dos o más adultos con hijos dependientes exhiben tasas más bajas de carencia material y social severa que los hogares monoparentales. Es también habitual que estos hogares de dos progenitores con hijos -familias nucleares- muestren tasas más bajas de carencia que los compuestos por una sola persona de 65 o más años. España, sin embargo, se desvía de este patrón: si bien la tasa de hogares formados por dos progenitores e hijo(s), es 8,2 puntos más baja que la de los hogares monoparentales, supera en 4,5 puntos a la de los hogares de una persona de 65 o más años. Por tanto, en España, a diferencia de lo que ocurre en el resto de los países europeos, los hogares unipersonales de mayores afrontan un menor riesgo de carencia severa que los hogares constituidos por familias nucleares con menores.
Por su parte, las familias monoparentales se enfrentan a un riesgo mucho mayor en comparación con otras estructuras familiares. De hecho, la tasa de carencia material y social severa española en este tipo de hogares formados por un adulto con uno o más niños dependientes (18,4%) se halla tres puntos porcentuales por encima de la media europea (15,2%) y solo registra valores más altos en Rumanía, Grecia, Bulgaria, Hungría y Malta.
La prevalencia de la carencia material y social severa también varía según el número de hijos en el hogar. En la mayoría de los países de la Unión Europea, la diferencia entre tener uno o dos hijos es relativamente pequeña, pero la tasa de carencia aumenta significativamente con el tercer hijo. España sigue esa misma pauta: uno de cada seis hogares (15,6%) con tres o más hijos se encuentra en situación de carencia material y social severa. De nuevo, esta proporción coloca a España en una posición desfavorable en el contexto europeo.