Fuentes del Ministerio de Hacienda lo confirman y señalan que el objetivo es agotar «todas las posibilidades» para alcanzar un pacto que, afirman, sería beneficioso para todas las comunidades y ayuntamientos. La retirada de esta tramitación, aún sin fecha para volver al Congreso, deja en suspenso la presentación del proyecto de Presupuestos de 2025, que ya no podrá cumplir con el calendario previsto en la Constitución. La misma señala que las cuentas deben presentarse al menos tres meses antes de la expiración de los anteriores -antes de octubre-, pero esto no siempre se ha cumplido, y tampoco lo hará ahora el Gobierno con el fin de darse más tiempo de negociación con Junts, que además celebra su congreso a finales de octubre.
La retirada de esta tramitación, aún sin fecha para volver al Congreso, deja en suspenso la presentación del proyecto de Presupuestos de 2025, que ya no podrá cumplir con el calendario previsto en la Constitución. La misma señala que las cuentas deben presentarse al menos tres meses antes de la expiración de los anteriores -antes de octubre-, pero esto no siempre se ha cumplido, y tampoco lo hará ahora el Gobierno con el fin de darse más tiempo de negociación con Junts, que además celebra su congreso a finales de octubre.
En concreto, el que se iba a votar este jueves contaba con casi 12.000 millones de euros más de margen para que las autonomías y las corporaciones locales gastasen en dos años. Y pese a que el socio de la investidura de Pedro Sánchez es Junts, el Ejecutivo achaca la «irresponsabilidad» de rechazar esta votación al Partido Popular, que a su juicio es quien está causando un «grave prejuicio» a los territorios.
Desde el departamento no aclaran si presentarán las mismas cifras o aprobarán otra senda de déficit diferente en el Consejo de Ministros. De momento, señalan que van a negociar antes de tomar cualquier decisión al respecto.
Con todo, siguen defendiendo la propuesta que se iba a votar este jueves, porque ofrece mayor capacidad de gasto que la anterior y esa es la «premisa» con la que seguirán negociando. Además, recalcan que la senda fue avalada por las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y que beneficia a los territorios porque flexibiliza sus objetivos de déficit para los próximos dos años. Aseguran que ese mayor margen para gastar lo asumiría el Gobierno, que sería quien haría «el mayor esfuerzo» de reducción de déficit.
Pero Junts ya advirtió de que el Gobierno solo podría contar con sus votos si había cambios en la senda de déficit, la misma que ya tumbaron en el mes de julio y que volverían a hacer caer este próximo jueves si el Ejecutivo no la hubiese retirado del orden del día. Ante la negativa tan clara de Junts, los socialistas intentaron presionar al PP para poder contar con sus votos para aprobar esta propuesta, pero la respuesta fue similar: criticaron que se llevase a votación el mismo techo de gasto que habían rechazado hace dos meses y que todo sea un «trágala». Fuentes de Haciendan defienden que la retirada de la tramitación es un «ejercicio de responsabilidad» con el fin de mirar por el «interés general para alcanzar un acuerdo beneficioso» para la defensa del Estado. Además, cargan contra los que se mueven por «cálculos electoralistas y «partidistas» que, en casos como este, «perjudican» los servicios públicos de todos los ciudadanos. Por ello, se comprometen a buscar un acuerdo para aprobar una senda de déficit que «preserve» los recursos para la sanidad, la educación o la dependencia en todos los territorios.
Para Moncloa la votación del techo de gasto es tan importante como para que se hayan activados todos los posibles canales de aproximación a Puigdemont a fin de que se baje de la decisión de votar en contra, como ya anunció a través de un tuit la pasada semana, y contar con todos los activos incluye incluso a empresarios y perfiles del ámbito económico que siguen manteniendo una buena relación con él.
Las declaraciones oficiales, dirigidas también a través de entrevistas a los medios oficiales, y en las que restan importancia a la aprobación de los Presupuestos, concuerdan mal con una tensión que les lleva, a la desesperada, a utilizar todas las posibilidades para hacer que Puigdemont cambie de posición en esa votación. Y todas es todas, porque, según confirman fuentes de Junts, el enviado de Moncloa llegó incluso a amenazarle con dejarle sin la amnistía si no daba luz verde al techo de gasto y permitía de esta manera que el Gobierno gane al menos tiempo, aunque finalmente las cuentas no llegaran a aprobarse.