Los planes de Unicredit para hacerse con el control del Commerzbank se han encontrado desde el primer minuto con la oposición formal del Gobierno alemán, que ha tachado de ‘operación hostil’ diseñada por Orcel. Sin embargo, como ha sucedido con el asalto de BBVA sobre Sabadell en España, la verdadera voz a escuchar sobre el futuro de la adquisición será la del Banco Central Europeo (BCE).
El brazo supervisor del sector bancario se había mostrado favorable a priori a los procesos de fusión en la zona euro, pero en el caso de la entrada de Unicredit en Commerzbank puede cambiar su posición para estar en contra. Regulador y regulado mantienen un intenso pulso a cuenta de su actual presencia en Rusia. En Fráncfort no verían con buenos ojos que el hipotético mayor banco en Europa continental tenga una exposición significativa al Kremlin.
El BCE ha dado varios avisos a la entidad para que reduzca su presencia en ese mercado debido a las sanciones originadas por la guerra, pero esas llamadas de atención desde 2023 se transformaron en un ultimátum antes de verano, ante el que Unicredit ha hecho caso omiso pese a manifestar su disposición a hacerlo. La cúpula del banco ha defendido que sería contraproducente regalar «un negocio de 3.000 millones de euros» a actores rusos.
Al revés, Unicredit elevó al Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) la cuestión para protegerse de una acción regulatoria y obtener una opinión jurídica formal que demorará durante meses cualquier proceso. En ese contexto, el Tesoro de Estados Unidos ha elevado el régimen de sanciones en 2024 sobre entidades extranjeras que hacen negocios en Rusia y ha advertido de los riesgos que está acarreando «algunos bancos europeos» al hacerlo.
El gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, fue tajante en mayo durante la cumbre del G-7: «De ahí (Rusia) hay que salir. Hay dificultades objetivas porque salir de Rusia es complicado, hay que encontrar un comprador sabiendo que te obligan, puede salir caro, sin embargo hay que salir porque hay un problema de reputación». Sin embargo, Unicredit se enfrenta a pérdidas milmillonarias si sale de Rusia sin comprador.