Así lo ha indicado el ejecutivo durante su intervención, junto al consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, en un encuentro llevado a cabo en el centro corporativo del banco en Sant Cugat. «Sabadell es un proyecto atractivo y con futuro que todavía no ha alcanzado su punto más alto. Nuestra estrategia desde el año 2021 ha transformado el banco y sus resultados, estamos en máximos de beneficios» y con «una sólida posición de capital», ha señalado González-Bueno.
Por ello, el consejero delegado ha subrayado que la rentabilidad de Sabadell es «sostenible» en el tiempo, sigue al alza y aún «no ha tocado techo», lo que lleva a que «nuestro compromiso con la retribución al accionista es firme».
Así, los máximos directivos de la entidad se han mostrado confiados en que, a futuro, se alcanzarán niveles de rentabilidad superiores a los actuales, lo que conllevará a un incremento en el valor de la acción. Oliu ha remarcado en este sentido que se espera que la rentabilidad (RoTE) siga aumentando por encima del 13,1% registrada a cierre del primer semestre y que en 2025 se mantenga por encima de esa cifra.
Durante el encuentro con los accionistas, Oliu ha informado que «el Consejo de Administración rechazó la propuesta de fusión previa de BBVA dado que infravaloraba significativamente el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente».
Tanto el presidente como el consejero delegado han trasladado, ante las preguntas de los accionistas, que las condiciones de la oferta de BBVA no han variado en este tiempo.
Los directivos de la entidad han explicado que, de acuerdo con la política de retribución, el banco entregará en los próximos 18 meses una cuantía equivalente a alrededor del 30% de su valor en Bolsa. En base a ello, percibirán 2.900 millones de euros con cargo a los resultados de 2024 y 2025, lo que supone 53 céntimos por acción.
«Los accionistas de Banco Sabadell van a tener una retribución recurrente y sostenible a largo plazo con el proyecto en solitario del banco, gracias a sus excelentes perspectivas de rentabilidad recurrente, a su estrategia perfectamente definida y a su mínima exposición a mercados de alta volatilidad», ha incidido González-Bueno.
Con respecto a los plazos de la operación y, debido al carácter hostil de la misma sobre la que no hay precedentes en los últimos 20 años en España, Oliu ha afirmado que el proceso será largo y puede prolongarse hasta mediados del próximo ejercicio 2025.
El presidente de Sabadell ha subrayado que la experiencia previa en este tipo de operaciones dice que lo normal sería que el pronunciamiento de la CNMV fuese posterior al de la CNMC para que los accionistas tuvieran toda la información encima de la mesa. Además, Oliu ha manifestado que «nos enfrentamos a muchos meses de incertidumbre, y tanto los tiempos como las decisiones en materia de competencia serán muy relevantes».
En este punto, tanto Oliu como González-Bueno han pedido que es esencial que la oferta recoja toda la información y, para eso, BBVA debe aclarar ciertas magnitudes e impactos y debe presentar los diferentes escenarios resultantes, entre ellos el escenario de costes y sinergias si no se llevara a cabo una fusión.
Asimismo, han recordado a los accionistas que todavía no tienen que tomar ninguna decisión y que será, una vez que el Consejo de Administración de Banco Sabadell analice todos los detalles y emita su informe, cuando decidan si venden o no sus acciones.